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La pobreza alcanzó el 41,7% en el segundo semestre de 2023

La pobreza aumentó un 41,7 por ciento en el segundo semestre de 2023, afectando a alrededor de 19,5 millones de personas si se extrapola a toda la población, según revelan datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INDEC).

Se trata de un aumento de 1,6 puntos porcentuales en comparación con el primer semestre del año y 2,5 puntos porcentuales más que el año anterior.

Además, el 11,9 por ciento de la población argentina, unos 3,5 millones de personas, vive en la pobreza extrema, dijo la agencia gubernamental, un aumento de 2,6 puntos respecto al primer semestre del año.

A nivel regional, hubo un aumento de la pobreza y la miseria en todas partes. La zona más afectada fue el Gran Buenos Aires, donde la tasa de pobreza alcanzó el 45,5 por ciento.

El porcentaje de hogares que caen por debajo del umbral de pobreza alcanzó el 31,8 por ciento. Ese conjunto incluye el 8,7 por ciento de los hogares en extrema pobreza, incluido el 11,9 por ciento de las personas.

Necesidades básicas

El INDEC considera pobres a aquellos que no ganan lo suficiente para cubrir la Canasta Básica Total de Alimentos, un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias que se consideran esenciales. Registra como indigentes a quienes ni siquiera cubren la Canasta Básica de Alimentos, es decir, quienes no pueden comprar el mínimo necesario para cubrir sus necesidades nutricionales.

El número de niños de 0 a 14 años que viven en la pobreza alcanzó el 58,4 por ciento, lo que significa que en todo el país hay al menos 6,5 millones de niños considerados pobres. Eso es medio millón más que un año antes y 750.000 más que cuando el expresidente Alberto Fernández asumió el cargo en 2019.

El empobrecimiento de la población continuó a pesar de un mayor número de controles de precios y planes sociales, nuevas moratorias de pensiones, un tipo de cambio retrasado y servicios públicos totalmente subsidiados.

A esto se sumó una importante impresión de dinero para mantener artificialmente el consumo. Todo ello no logró evitar la caída de los ingresos de los trabajadores en medio de una inflación galopante que terminó triplicándose en el último año del último gobierno (211,4 por ciento).

A finales de 2022, un estudio de las universidades UCA y UBA calculó que este nuevo fenómeno alcanzaba al 27,3 por ciento de los ocupados.

Ese estudio también indicó que los ocupados en hogares que reciben prestaciones sociales pasaron del 3,8 por ciento en 2003 al 19,3 por ciento en 2022. Esta es otra señal del ajuste que afecta cada vez más a los ingresos.

En 2023 los salarios tuvieron un mal año. Los trabajadores públicos reflejaron una caída real de 20,2 por ciento; los trabajadores privados experimentaron una caída del 14,7 por ciento y los trabajadores informales, del 31 por ciento.

El desempleo cayó un 5,7 por ciento. Sin embargo, los empleos que se crearon son precarios y su composición cambió: avanzó para trabajadores públicos y autónomos, pero el mercado formal del sector privado permanece estancado desde 2011.

Deterioro

El deterioro de la economía y el aumento de la inflación, que erosionó el poder adquisitivo de los salarios a lo largo del año pasado, ha provocado que aumenten las cifras de pobreza.

Hace un año, en Argentina el 39,2 por ciento de la población era considerada pobre y el 8,1 por ciento indigente. Hace seis meses, esas cifras ya habían aumentado al 40,1 por ciento y al 9,3 por ciento. En última instancia, el aumento de la pobreza extrema fue más rápido: de un año a otro, la pobreza creció 2,5 puntos porcentuales y la indigencia 3,8 puntos.

El empeoramiento de los indicadores sociales ha ido paralelo a cifras favorables en los porcentajes de desempleo, lo que explica que el fenómeno se explique más por la caída del poder adquisitivo de los salarios y las pensiones.

La inflación cerró 2023 en 211,4 por ciento, la cifra interanual más alta en tres décadas, y ahora supera el 270 por ciento en los últimos 12 meses.

El informe de la oficina de estadística mostró que el último panorama de 2023 reveló que en los 31 centros urbanos contemplados por la medición oficial, unos 12,3 millones vivían en condición de pobreza y 3,5 millones en indigencia. Al hacer una proyección de esa muestra de centros urbanos a toda la población, el número de afectados asciende a 19,4 millones y 5,5 millones.

Algunas estimaciones privadas ya comenzaron a dar cifras a ese supuesto de mayores cifras de pobreza e indigencia a principios de 2024.

La Universidad Católica Argentina (UCA), a través de su Observatorio de la Deuda Social, estimó que la pobreza en Argentina alcanzaba en enero al 57,4 por ciento de la población. Ese 57,4 por ciento es el nivel más alto de la serie, desde 2002, cuando había alcanzado el 54 por ciento y proyectado para todo el país son unos 27 millones de pobres, de los cuales siete millones son indigentes.

La devaluación del peso por parte del gobierno de Milei en diciembre, además de la eliminación de los programas oficiales, implicó una caída en la remuneración promedio del sector privado (29 por ciento), la peor en 29 años.

– TIMES/AFP/NA

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