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Los analistas mejoran las perspectivas y pronostican que la inflación se desacelerará al 210% en 2024

Los analistas ofrecen una perspectiva más positiva para la tambaleante economía argentina.

Adelantándose a las cifras oficiales de inflación de febrero, los expertos consultados por el Banco Central pronostican un 15,5 por ciento para el mes pasado y un 210,2 por ciento para todo el año.

Las predicciones, detalladas en la última encuesta REM (Relevamiento de Expectativa de Mercado) del Banco Central sobre expectativas de mercado, suponen una caída de 2,2 puntos con respecto a pronósticos anteriores, mientras que la proyección de inflación anual cae 16,9 puntos desde 227 por ciento.

En cuanto a este y futuros meses, proyectan 14.3 por ciento para marzo, 12 por ciento para abril y 10 por ciento para mayo, con una inflación finalmente de un dígito en junio, 8.5 por ciento, manteniéndose en ese territorio en julio (7.8 por ciento) y agosto (siete por ciento). ).

Las previsiones de los especialistas van en línea con el diagnóstico del gobierno de Javier Milei. Tanto el Presidente como el Ministro de Economía, Luis Caputo, han anticipado que la inflación del mes pasado rondará el 15 por ciento.

«Cuando diciembre dio un 25 por ciento fue un éxito porque la verdad es que los precios retrocedieron en la segunda semana. Este mes [referring to February] parece que la inflación será del 15 por ciento”, aseguró Milei en el evento Expoagro 2024 de esta semana.

La consultora C&T Asesores sitúa la inflación del mes pasado en un 16,3 por ciento, gracias en parte a una desaceleración en alimentos y bebidas (11 por ciento), pero «el transporte subió el mes pasado, las facturas de luz registraron un aumento significativo desde mediados de mes y los salarios de los conserjes bajaron hasta un 38 por ciento, todos los movimientos muy por encima del promedio.»

En líneas similares, el grupo de expertos Fundación Libertad y Progreso midió los aumentos de precios de febrero en 16,8 por ciento o 40,9 por ciento para los dos primeros meses de este año a una tasa anual del 288 por ciento, «la más alta desde marzo de 1991». tarifas del transporte público.

Según la consultora Eco Go, el costo de vida mensual avanzó un 15,9 por ciento mientras que «los precios de los alimentos parecen haberse consolidado en torno al tres por ciento semanal», calculando este último en un 14,6 por ciento para el mes. Previendo el tipo de cambio para marzo, los analistas del REM también pronostican un promedio de 860 pesos para este mes, 49 pesos por debajo de la encuesta anterior, con un incremento anual de 150.9 por ciento, 14 puntos porcentuales menos que antes.

En cuanto a los próximos meses dan propina 927,80 pesos para abril, 1.010,60 pesos para mayo, 1.111,50 para junio, 1.191,60 para julio y 1.273,90 para agosto. El salto entre marzo y abril sería así del 9,7 por ciento, casi cinco veces la actual devaluación del Banco Central.

Los expertos del REM proyectan que el Producto Interno Bruto caerá un 3,5 por ciento por debajo de 2023, un 0,5 por ciento peor que su estimación de enero, con la caída concentrada en el primer trimestre de este año.

«Para 2025, los participantes del REM estiman un crecimiento anual del 3,2 por ciento en promedio», concluye el informe del Banco Central.

Los datos publicados el jueves mostraron que los precios al consumidor en la ciudad de Buenos Aires aumentaron un 14,1 por ciento en febrero, una caída de más de siete puntos desde el 21,7 por ciento registrado el mes anterior.

La Dirección General de Estadística y Censos de la Municipalidad también informó que la inflación de los últimos 12 meses en la capital del país se ubica en 264,5 por ciento.

De todos los sectores, el de alimentos y bebidas no alcohólicas fue el que más aumentó el mes pasado con una tasa del 14,7 por ciento, ligeramente por encima del índice general. Desde principios de año, los alimentos han aumentado un 43 por ciento.

Presión del FMI para los pobres

Los nuevos datos llegaron cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) llamó a Argentina a fortalecer el apoyo social para evitar que el impacto de las medidas de austeridad «caiga desproporcionadamente» sobre los salarios, las pensiones y el sector más pobre de la población.

«Ha habido avances, pero el camino por recorrer es desafiante y requiere medidas rápidas de política pública», dijo la portavoz del FMI, Julie Kozack, en una conferencia de prensa esta semana.

«El esfuerzo por proteger a los más vulnerables es un pilar fundamental del programa para evitar que el peso del ajuste recaiga desproporcionadamente sobre las familias pobres y trabajadoras», añadió.

Kozack afirmó que «una fuerte consolidación fiscal, la reducción de la impresión de dinero y la política cambiaria están dando resultados, y la inflación está empezando a bajar».

«¿Por qué es esto importante? Porque la inflación es un impuesto para los pobres. Dada la delicada situación social, junto con las ya altas tasas de pobreza en Argentina, será importante garantizar asistencia social adicional y preservar el valor real de las pensiones», dijo. estresado.

Respondiendo a preguntas de los periodistas sobre las continuas especulaciones de que Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, buscarán un nuevo programa de financiamiento con el FMI, Kozack fue directo.

«En esta etapa, nuestro enfoque sigue siendo apoyar políticas destinadas a restaurar la estabilidad macroeconómica en Argentina. Es prematuro discutir las modalidades exactas y precisas del programa», concluyó.

– TIEMPOS/NA

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