La actividad económica de Brasil cierra 2023 con un crecimiento mejor de lo esperado
La economía de Brasil creció más de lo esperado en diciembre, lo que indica que la actividad todavía muestra cierta resistencia a las altas tasas de interés mientras el presidente Luiz Inácio Lula da Silva prepara un mayor gasto público.
El índice de actividad económica del banco central, un indicador del producto interno bruto, aumentó un 0,82 por ciento respecto al mes anterior, más que la mediana de estimaciones de 0,75 por ciento de los analistas en una encuesta de Bloomberg. Respecto al año anterior, el indicador ganó un 1,36 por ciento, según datos publicados el lunes.
El mismo índice mostró que la economía de Brasil creció un 2,45 por ciento para 2023 en su conjunto.
La mayor economía de América Latina está tratando de encontrar una base más firme a medida que los banqueros centrales relajan la política monetaria. La producción industrial creció más que todas las estimaciones en diciembre, mientras que las autoridades dicen que los primeros datos sobre recaudación de impuestos y exportaciones son razones para seguir siendo optimistas sobre el crecimiento en el primer trimestre. Aún así, los costos de endeudamiento se encuentran en niveles restrictivos, lo que obstaculiza a sectores como el minorista.
El aumento de la actividad económica en diciembre –luego de meses de desempeño mediocre– alivia parte de la presión sobre el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, para que inyecte estímulo fiscal en la economía. El resultado apunta a un crecimiento del PIB en 2023 cercano o ligeramente inferior al tres por ciento y refuerza nuestro llamado a continuar con la flexibilización monetaria gradual en los próximos meses.
Los banqueros centrales liderados por Roberto Campos Neto recortaron el índice de referencia Selic a 11,25 por ciento el mes pasado, parte de un ciclo de flexibilización que ha reducido las tasas de interés en 2,5 puntos porcentuales hasta ahora. Las autoridades han señalado al menos dos caídas más de medio punto en el futuro, reafirmando que un ritmo de relajación gradual les permite monitorear el aumento de los precios de los alimentos y las preocupaciones en torno a los costos de los servicios.
La mayoría de los analistas apuestan a que la economía crecerá a un ritmo más lento que el año pasado, desafiando las promesas de Lula de generar mayor prosperidad para todos.
El equipo económico del presidente izquierdista tiene previsto impulsar la industria y aumentar los préstamos subvencionados. Al mismo tiempo, también están negociando con los legisladores formas de aumentar los ingresos y fortalecer las arcas públicas.
por María Eloisa Capurro, Bloomberg
