Universidad

«Cada trans y travesti que se empodere es lo mejor de todo»

Un grupo de estudiantes del Bachillerato Popular Mocha Celis de Chacarita recibió su certificado por haber participado en el taller «Inclusión Laboral para personas trans». Fue una propuesta de la Universidad Nacional General Sarmiento (UNGS) que consistió en cinco encuentros.

«El 80% de la población trans no tiene empleo, por eso nos pareció fundamental hacer este taller», remarcó Carolina Chávez, una de las talleristas junto a Luli Arias que integraron la pareja pedagógica.

«Para la comunidad trans, el acceso a los principales derechos no está garantizado y el acceso a la educación es uno de los tantos obstáculos que les toca sortear en sus trayectorias de vida. Condenadas a la prostitución como única forma de subsistencia, trayendo con eso una expectativa de vida muy baja, solo de 35 a 40 años. En lo que va del año 2019 suman 47 mujeres trans travestis muertas en el país producto de la discriminación, odio y políticas públicas ausentes», señala uno de los párrafos del proyecto.

«Para la comunidad trans es muy importante este taller y vamos a seguir luchando por el cupo laboral trans», agregó Arias. En este sentido, el taller es un aporte para lograr la implementación de la Ley 14.783 Diana Sacayan de Cupo Laboral Trans aprobada en el año 2015, plenamente vigente pero no implementada, haciendo visible la problemática, preparando y capacitando al colectivo trans para cuando se logre instauración de la Ley que establece en su Art.1: “El sector público de la provincia de Buenos Aires debe ocupar en una proporción, no inferior al 1% de la totalidad de su personal a personas travestis, transexuales y transgénero, que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo con el fin de promover la igualdad real de oportunidades en el empleo público”, informa el proyecto.

Laura Escobar es una activista trans y fue una de las que habló: «Después de muchos años de ser prostituida soy la delegada de mi curso. Volví al colegio y cerré el cuatrimestre con buenas notas», relató emocionada. «Cada travesti, cada trans que se empodere es lo mejor de todo», afirmó.

«Es una actividad que se inscribe en una larga lista de actividades de la universidad con una convicción: el derecho es universal. Las universidades tienen que generar estas condiciones para que estos derechos se implementen», expresó la rectora Gabriela Diker.

En la UNGS existe la diplomatura de género cuyo programa consiste en dar respuesta a problemas relacionados con la desigualdad de género, la violencia sexista y la discriminación sexual. Además, en la universidad está la posibilidad de cambiar los datos registrales a estudiantes y no docentes según su identidad autopercibida.

Francisco Quiñones Cuartas, director del Mocha; Carolina Chávez de Bienestar Universitario; Lourdes Arias, docente del Mocha; y la rectora de la UNGS Gabriela Diker

PREMIOS DEMOCRACIA

En los Premios Democracia 2019, la rectora Gabriela Diker comparte terna con el Mocha. Su director, Francisco Quiñones contó a modo de primicia que fueron los ganadores de este año y que el premio lo recibirán de la mano de la Escuela 49 de Moreno, en donde murieron dos personas.

BACHILLERATO POPULAR MOCHA CELIS

Creada en 2012, el Mocha Celis, es la primera escuela pública, gratuita e inclusiva con perspectiva de género en el mundo. La escuela surge frente a la histórica exclusión sufrida por las personas trans y travesti en el sistema educativo. Su plan de estudio es de tres años y su orientación es Perito Auxiliar en Desarrollo de las Comunidades, que depende de la Dirección de Adultos y Adolescentes del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.

 El 40% de las personas que estudian en el Mocha Celis son trans; varones trans, mujeres transgénero, transexuales. No es un Bachillerato exclusivo para el colectivo trans, el resto está integrado, entre otros grupos, por descendientes de afroindígenas, integrantes de asentamientos urbanos cercanos y en general personas con construcciones identitarias diversas, que provienen de distintos sectores sociales y de los asentamientos urbanos cercanos.

 El Mocha no fue concebido como un espacio excluyente, exclusivo, sino como un espacio que incluya a la diversidad total. Fue pensado para ofrecer una respuesta frente a la exclusión histórica sufrida por las personas Trans, Travestis, Transexuales y Transgénero.

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