Malvinas Argentinas

Historias solidarias en Los Polvorines

Por el crecimiento personal y del barrio se titula la nota del 26 de noviembre del diario La Nación sobre la organización En Acción que asiste en Los Polvorines a 700 familias que buscan darse un futuro mejor.
La gente entra y sale. Los chicos juegan en el patio, un grupo de mujeres hace collares en una de las salas y varios matrimonios discuten cómo salir adelante en un salón espacioso. El lugar parece una enorme casa con lugar para todos. Será por eso que los creadores de esta organización están satisfechos con lo que lograron: que los vecinos del barrio empezaran a sentirlo propio y trabajaran juntos para hacer de ese rincón del conurbano un lugar mejor. Hace más de una década que apuestan al trabajo comunitario, pero en 2001 formalizaron su tarea y crearon EnAcción.
Más de 700 familias de Los Polvorines reciben ayuda de la organización. El objetivo es amplio: mejorar la calidad de vida de la gente de la zona; con más de 20 programas trabajan para hacerlo realidad. Las propuestas se dividen según las edades: hay actividades para chicos, adolescentes, grandes y adultos mayores. Sin embargo, el foco está puesto en la familia. «No se resuelve la problemática de ninguna edad si no abordamos a toda la familia», explica el sacerdote Luciano Iramain, coordinador general de EnAcción. EnAcción trabaja en las instalaciones de la parroquia San Pablo y en varios otros espacios fuera de ella. La capilla está en el límite de cuatro barrios del partido de Malvinas Argentinas: Magdalena, Santa Elena, Los Pinos y Mariano Moreno. El deporte y las actividades recreativas son el gran imán para los más chicos. Son la excusa para que se integren, de a poco, en espacios más formativos. Que los integrantes de la entidad puedan asumir responsabilidades dentro de la organización y también del barrio no es un dato menor. Los coordinadores aseguran que el grado de participación y de compromiso es alto porque las propuestas surgen de las propias necesidades del barrio. «En 2000, casi el 90% de los voluntarios no eran de la zona y ahora es al revés. Eso indica que el proyecto funciona y nos emociona que el proyecto se sostenga por el compromiso que los vecinos asumen por su propio barrio, que era nuestra propuesta original», cuenta la coordinadora institucional, María Constanza Wullich. .»Es una organización muy abierta, pero tenemos claro que no debemos suplir al Estado, aunque a veces abordemos cuestiones que el Estado no cumple -agrega Iramain-. Intentamos crear una organización plana con espacios de continua reflexión conjunta sobre el modelo de organización que queremos.»

Los constantes cambios de problemáticas, de escenario y de demandas hacen que cada día EnAcción haga honor a su nombre: tiene el desafío de estar en permanente rediseño sin perder su esencia. «El acento está puesto en lo comunitario. Ese es el tinte de nuestra organización -subraya Iramain-. Ofrecemos espacios grupales donde desplegar las capacidades personales o donde adquirir nuevas herramientas». Después de una década de trabajo, se lo ve orgulloso de los resultados. La gran carencia de la zona, coinciden todos, es la falta de horizontes. Pero acá el vecino más cercano es la mejor prueba de que se puede soñar y pensar en un mañana mejor. «Se empiezan a instalar otras prácticas y unos son el mejor ejemplo para otros», señala el sacerdote, que enumera los muchísimos pequeños -y enormes, al mismo tiempo- efectos que recibe a diario. «Es muy reconfortante ver que la gente vive mejor», afirma.

EnAcción tiene unos 22 profesionales rentados, 60 voluntarios y una cantidad similar de practicantes universitarios de la UBA, de la Universidad de General Sarmiento, de Luján, de la Universidad Barceló y de otras casas de estudios. Además de la ayuda con las materias y la capacitación en otros terrenos, más artísticos, EnAcción ofrece servicios de salud médica y psicológica, ayuda con mercadería y una formación integral en valores que recorre todos los espacios. También mira más allá del barrio: trabaja con otras organizaciones de la región para modificar alguna legislación que permita lograr cambios a largo plazo. .EnAcción se sostienen con aportes privados, de empresas y de organizaciones de otros países. No reciben ningún aporte estatal. Su gran sueño es levantar un centro deportivo y cultural para el barrio y sostener las becas de estudio. .Pero para lograr esta meta los vecinos necesitan ayuda para seguir creciendo. Su teléfono es el 4663-7187, su mail es info@enaccion.org y su página es www.enaccion.org .

El mejor lugar. Vive en el barrio hace 31 años, pero Sergio Zelaya descubrió hace unos años que ése era su lugar en el mundo. «Llegué sin darme cuenta, en un momento muy difícil de mi vida y conocí EnAcción. En esa época pensé que no podía ser útil para nada y a medida que me fui metiendo más en la organización se fueron solucionando mis problemas. Me di cuenta de que éste era mi lugar y aposté todo a EnAcción», cuenta Sergio, sin disimular la emoción. Asegura que se siente bien por devolver al barrio algo de todo lo que recibió. «Soy profesor de educación física y me toca aportar mi granito de arena desde el deporte. Creemos que uno juega como vive y lo que se aprende en un deporte se practica en la vida», dice. «En vez de pensar en irse, quieren quedarse y transformar su barrio en un lugar mejor», agrega Iramain. Una buena señal para él y los que hacen En Acción, un grupo que trabaja para rescatar el mejor patrimonio que tiene el barrio: su gente. Por Cynthia Palacios De la Redacción de LA NACION ●•

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