Malvinas Argentinas

El Concejo Deliberante malvinense expresó un repudio enérgico al golpe en Bolivia

Tras el pronunciamiento de todos los bloques, el Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas aprobó ayer un repudio generalizado al golpe de estado provocado en el Estado Plurinacional de Bolivia. La declaración ingresó sobre tablas y fue acompañada de otro expediente que apoyó la condena del Congreso Nacional sobre el tema.

«Tenemos que empezar a generar la conciencia de lo que puede suceder de acá en adelante. No es casual lo que está pasando. La liberación de Lula tiene un sentido, lo que pasa en Chile también y más, aún, lo que pasa en Bolivia. Tenemos que tomar una posición al respecto señor presidente», expresó el presidente del bloque oficialista, Ramiro Ferrau e inició así, en el último tramo de la sesión, las adhesiones al repudio por el golpe en Bolivia.

Gerónimo Moyano, del bloque Frente de Todos, recordó en su intervención al ex presidente boliviano Gualberto Villarruel, quien había alcanzado la presidencia después de derrocar al expresidente Enrique Peñaranda, y que fue sacado del palacio de Gobierno de Bolivia y colgado en la plaza junto a sus colaboradores. «Villarruel había nacionalizado las ganancias mineras, había creado el banco minero, el primer código laboral y recuperó los yacimientos petrolíferos fiscales de Bolivia», señaló.

«Ya no pueden ocultar lo que pasa en un país monopolizado, ahora, por la oligarquía, sobre lo que vienen sufriendo los pueblos originarios, campesinos, y sobre el alto contenido racista con el que son atacados hombres y mujeres, humillándolos. Todo mi apoyo al pueblo boliviano y a toda la resistencia que está peleando por sus derechos. Nunca Más al golpe en latinoamérica», expresó el presidente del monobloque Compromiso Peronista.

«Es el golpe que todavía no se animan a decir, que no se animó a decir el presidente. Tratan de minimizarlo pero es claro: cuando un militar le sugiere a un presidente que renuncie, es un golpe de estado», señaló el oficialista Andrés Hidalgo. Más contundente aún, el presidente del bloque Movimiento Evita, Ariel Fernández, señaló: «Nuestra América se constituye con un sujeto político que tiene el color de la tierra o se constituye con un sujeto político que tiene el color de los que nos cagaron de hambre y nos asesinaron. Los conquistadores, cuando llegaron a  cometieron el asesinato de mas de 40 millones de personas de los pueblos originarios».

El presidente del bloque Frente Renovador, quien es referente de la comunidad Mapuche de Malvinas Argentinas, con una Whipala colgada en su atril, recordó una anécdota: «Me decía una anciana mapuche, hace muy poco tiempo, que ya no los matan con los revólveres, sino con la contaminación». En el mismo sentido, continuó: «Parece mentira que haya aún en algunos lugares, todavía, muchos de nuestros hermanos estén escondiéndose por el temor al desprecio».

La adhesión que llamó la atención, no por eso menos criticada por el oficialismo y calificada de «tibia», fue la del presidente del Monobloque Cambiemos, Néstor Marcote, quien dijo: «Siempre me abstuve en las declaraciones de este Concejo Deliberante considerándolas meras expresiones de tinte político parcial. Hoy será diferente y manifestaré mi repudio al golpe cívico y militar en el Estado de Bolivia». Ante la atención de un recinto ganado por las whipalas y cantos a favor de Evo Morales, continuó y cerró: «Nací en los 50 y viví tres golpes. En mi familia hemos llorado muertos y víctimas de la última dictadura de Argentina. Hoy estamos viviendo un golpe en Bolivia. Como manifiesto esto, también me lamento por la actitud de Evo Morales».

La contestación llegó de parte de Fernández quien señaló: «No me parece que en este lugar, después de hablar de un golpe, celebremos que nuestro presidente no reconozca que hay un golpe de estado y los que están abajo, los subordinados, si lo puedan decir. Que lo reconozca el presidente». Antes de cerrar su segunda intervención recordó que mientras en Bolivia, el proceso de escrutiñio eleccionario observó el 4% de las actas, en Argentina el mismo número ascendió al 12%, en las elecciones de octubre, «y no hay ningún golpe por eso».

La oposición continuó su adhesión con la presidenta del monobloque UCR-Cambiemos, Sandra Rio: «Está claro que es un golpe de Estado. Todos, podemos darnos cuenta de cuando se trata de un proceso de facto. Existe desigualdad, postergación y pueblos masacrados durante siglos». En el mismo sentido, con un discurso que no terminó de definirse hacia un doble sentido al hablar de «coherencia», la concejal de Cambiemos Juntos Por Malvinas señaló: «No queríamos quedar afuera. Es un problema serio y preocupante. Claro que es un golpe de Estado lo que ocurre en Bolivia. Lo que se busca es seguir dividiendo. No creo que nadie esté de acuerdo con un golpe de estado».

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