San Miguel

El almuerzo del intendente Méndez y el cura Merediz

Empanadas de carne, sandwichitos de miga, ensalada de frutas y café fue el menú del almuerzo que el miércoles compartieron el intendente Jaime Méndez, el secretario de Gobierno, Manuel de la Torre y el sacerdote jesuita Julio Merediz en la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Trujui. 

Uno de las primeros temas que surgió en la comida fue la gestión de una tierra para un centro catequístico llamado Beata Chiquitunga en Barrio Nueva Esperanza. También se mencionó la obra de la capilla que se está construyendo en Mariló. 

Por otra parte, se habló del nuevo nombre que tendrá la avenida Balbín desde Gaspar Campos hacia Moreno, que se llamará Avenida Papa Francisco y por el hecho está previsto un evento para celebrarlo. Se trata de un proyecto de la oposición aprobado en el Concejo Deliberante semanas atrás. 

Luego se planteó fortalecer el Foro Santa María y trabajar en coordinación con el Municipio. El objetivo es el desarrollo de una zona históricamente postergada, que haya mayor identidad y volumen en gestión.

El intendente y el secretario de Gobierno escucharon la historia del padre Julio, su relación con los diferentes intendentes y pasajes de su vida, que también es parte de la historia de San Miguel. Uno de esos relatos tuvo como protagonista a un tío ya fallecido de la mujer de Manuel de la Torre. Su nombre era Jorge Klappenbach y había sido funcionario en el gobierno de Juan Carlos Onganía. 

Durante la última dictadura cívico militar, el actual Papa Francisco estaba designado en el Colegio Máximo. Jorge Bergoglio le advirtió a Merediz que estaba en una lista negra, le pidió que se cuidase. Una noche de aquellos días Merediz fue a cenar a la casa de Klappenbach en Bella Vista. Se quedaron hasta tarde, tomaron whisky, charlaron de política y otras vivencias. Cuando Merediz regresó a la capilla, a las cuatro de la mañana, descubrió que estaba todo revuelto. Alguien le avisó que una patota militar había ido a buscarlo. Su amigo, el pediatra Rolo Freire y que atendía en el límite con Moreno, también referente social de Trujui, no corrió la misma suerte y se lo llevaron de su casa. Merediz, en su desesperación, recurrió a Klappenbach. “No sabía a quién llamar. Él me salvó la vida”, afirmó*

Volviendo al almuerzo, el padre Julio alentó a Méndez y De la Torre que trabajen por los más humildes, por Santa María y le enfatizó a Méndez -a modo de elogio- que nunca pierda el caminar por los barrios. El intendente agregó que a menudo aparece la tentación de quedarse atrampado en el escritorio de la calle Sarmiento pero que es fundamental salir y hablar con los vecinos. 

Méndez también dijo que de ganar las elecciones los ejes de la próxima gestión serán las cloacas, el transporte y la lucha contra el narcomenudeo. 

Otra inquietud de Merediz tenía que ver con el nombre que le pondrán al hospital que se está construyendo en el Barrio El Colibrí, a inaugurarse en los próximos meses. Los funcionarios afirmaron que se llamará Santa María y el cura sonrió. 

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