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De la Torre: «Nadie puede decir que somos sumisos, no lo hemos sido ni lo vamos a ser»

Quiero correr el tiempo
para que pueda ser
y al lloverse de luces su día,
se haga cierta esta copla por él.

(Zamba para Javier)

Faltan diez minutos para las nueve de la mañana del sábado en el predio municipal Indios, en Bella Vista; a unas ocho cuadras de Moreno. El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Joaquín de la Torre, llegó solo en su auto. Mientras espera a la periodista, su primera de al menos tres reuniones del día, revisa mensajes en su teléfono celular.

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El jueves próximo en el Concejo Deliberante se aprobará el fin de su licencia, que es el 9. Volverá a la intendencia por uno o dos días y el 12 asumirá su segundo mandato Jaime Méndez. 

Después de esa fecha, cree que estará más tranquilo. Por el muy buen vínculo establecido con el hoy ministro de Economía de la Nación y ex de Provincia, Hernán Lacunza, De la Torre se entusiasmó a estudiar Economía en 2020 y por estos días analiza propuestas de carreras.   

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Minutos después, ya en la casona, se sienta en la cabecera de la larga mesa mientras pide el equipo de mate a un muchacho que lo atiende sonriente. Lee rápidamente los principales títulos del diario La Nación y empieza a cebar los amargos que llegaron con unas medialunas de grasa que seguirán intactas durante toda la entrevista. 

-A días de terminar su gestión como funcionario provincial, ¿cómo se está desarrollando la transición con los equipos de Axel Kicillof?

-Muy bien. Las dos partes se han portado con mucha gentileza y generosidad. Estamos trabajando juntos, intercambiando información. Más allá de la formalidad que dice que termina el 10 de diciembre, por la buena relación que se ha ido entablando van a tener la libertad de llamar y preguntar cosas.

-¿Cuál sería el balance de su gestión?

-Estoy contento, hemos trabajado bien. Hemos puesto a la provincia cerca de los intendentes, hemos trabajado en un fuerte cambio operativo en seguridad vial. En el Registro de las Personas habrá un antes y un después por la digitalización y por el trabajo social para garantizar identidad. Hemos descubierto unas 60 mil personas sin documento. Hemos solucionado el stock y el flujo hacia adelante, poniendo oficinas en todos los hospitales de la provincia. Hemos trabajado mucho con la Dirección de Ordenamiento Territorial este año que es cuando me la dieron. Hemos duplicado la cantidad de códigos urbanos que había en la provincia en un solo año, cuando la ley tiene 50; demostrando que los intendentes tienen mucha vocación para ordenar su territorio, y que lo que faltaba era una relación político-técnico entre la Provincia y los municipios. Después, creo que pude ser -que esa fue mi idea cuando acepté el cargo- la voz de los intendentes respecto de cómo debe funcionar la provincia de Buenos Aires. Por ahí he tenido menos éxito del que me hubiera gustado, pero ninguno de los ministros ni la gobernadora se van sin tener una mirada y muchas discusiones – y algunas con éxito- de cómo debe funcionar la provincia y la importancia que tienen los 135 intendentes en su desarrollo. 

-¿A qué se refiere con menor éxito del que le hubiera gustado?

-Me hubiera gustado que el proceso de descentralización como existió en el SAE se pudiera haber dado en otras áreas. Creo que la parte de infraestructura de los hospitales provinciales, de las comisarías, de los colegios tienen que depender de los municipios, pasárselo con la plata correspondiente. No puede ser que porque un aparato frío calor de un hospital provincial esté roto, la solución tarde 8, 9 meses. Y esto pasa, y no es que pasa de vez en cuando. 

-¿Cuál es el balance de su año y medio en el Consejo de la Magistratura?

– Se mejoró muchísimo el reglamento y la calidad de los exámenes, todo está filmado. Se ha puesto un límite al cupo, antes si uno salía número 43 podía estar dentro de la terna y hoy ese número quedó reducido a los cinco o seis primeros. Hemos mejorado porque hemos sacado discrecionalidad. Lo que debemos discutir es si el Consejo de la Magistratura es un organismo político o técnico o ambos. Mi mirada -y la he convencido bastante a María Eugenia (Vidal)- es que tiene que ser un organismo técnico. La política tiene la posibilidad de decidir una vez que está conformada la terna. Limitar las facultades discrecionales de la política dentro del Consejo es una buena medida; hay que darle más contenido técnico al proceso. Por supuesto que la política no está de acuerdo (risas). 

-Una de las características del Poder Judicial es su carácter vitalicio. 

-El Poder Judicial tiene cuestiones que lo hacen y lo ponen por arriba de los otros poderes claramente. ¿Quién dijo que el Poder Judicial era el último intérprete de la Constitución? El mismo Poder Judicial, mención al histórico fallo Marbury contra Madison. Muchas de las interpretaciones que se hacen sobre lo que dice la Constitución las hace el propio Poder Judicial y muchas de ellas están hechas en beneficio propio. Lo que hay que ver claramente es la importancia ese poder, la importancia de la calidad técnica de ese poder y después claramente hay que ponerlo en equilibrio con los otros dos. 

-Volviendo a la política, ¿cómo analiza lo que sucederá con ustedes como oposición?

-Cuando se termina un proceso, cada uno de los miembros tiene una obligación: pensar en qué se equivocó, escribirlo, leerlo y romper el papel. No para hacer escándalo, sino para estar tranquilo uno y saber en qué cosas no se puede equivocar hacia adelante. Calculo que estamos en ese momento. Son cuatro años que deja un montón de cuestiones pendientes, algunas con cierta gravedad, pero también y esto no es formal sino sustancial: es el primer proceso que termina un gobierno no peronista desde 1928. No es menor porque es la primera vez que todos los espacios políticos han podido ser oposición y oficialismo durante un período. Y esto tiene que ver con lo que yo creo que debe ser una oposición. No es lo mismo gobernar que ser oposición. Siempre se lo digo a los intendentes y los que fueron concejales de la oposición lo ven con mucha claridad. Cuando un intendente, un gobernador o un presidente no tiene presupuesto se jode la gente. Cuando no hay ordenanza de alza de tasas y de impuestos, los déficits a la larga terminan generando inflación o falta de servicios.  Hacer que eso no salga me parece una necedad. Después, por supuesto que tiene que haber discusiones para que ese presupuesto no tire por la ventana a 70 intendentes, por ejemplo. 

-¿Va a seguir siendo opositor al lado de María Eugenia Vidal? 

-Voy a trabajar con María Eugenia en este proceso que inicia y voy a tener un espíritu muy crítico al proceso que termina de gobierno y también voy a tener un proceso muy crítico para mirar cómo evoluciona ese espacio. Ella lo dijo en la despedida frente a más de mil dirigentes de su gobierno: “Joaquín me dijo que aceptaba el cargo porque creía que era lo mejor para la Argentina a pesar de sus costos personales y políticos”. Y yo creía que era bueno para la institucionalidad argentina que un gobierno no peronista termine su mandato y que yo iba a ayudar a que eso sucedería, porque nuestros hijos y nuestros nietos no nos iban a perdonar que eso no sucediera. 

Yo siento que he cumplido mi tarea. Después hay una relación personal con María Eugenia. La gente nos votó dentro de un espacio político y no podemos tirar eso por la ventana. Pero si uno no hace autocrítica y no se pregunta para qué, lo que claramente está haciendo es plantearse volver como si nada hubiera pasado. Y eso no corresponde porque hay muchas deudas pendientes y muchas de las cosas que se pensaron que se iban a hacer de una manera no salieron. Hay que hacer autocrítica. El para qué para mí es central, cómo lo construimos y cuál es la vocación de mejorar que tenemos. 

Cuando termina una elección pensamos cómo está San Miguel, cómo está Argentina y dónde podemos ayudar a la Argentina desde San Miguel. Esto lo hicimos en 2011, cuando creímos que lo mejor era que no se violara la Constitución y que los dos períodos quedaran y armamos el Frente Renovador con Sergio (Massa). En 2015, lo que te acabo de contar respecto de un gobierno no peronista termine mandato. 

Ahora estamos en eso, pensando y cuando esté elaborado vamos a tomar decisiones. En principio, yo la voy a acompañar a María Eugenia. Por supuesto que voy a hacer muy crítico. Siempre hemos tenido una mirada rebelde en el buen sentido de la palabra. Nadie puede decir que somos sumisos, no lo hemos sido ni lo vamos a ser. Nos gusta la política, tenemos una mirada que no es exacta ni con el Frente de Todos ni con el Frente de Cambiemos pero es una mirada que nos ha dado identidad; hacer feliz al pueblo y agrandar nuestra patria. Voy a tener un montón de personas a las que quiero mucho cercanas al gobierno de la provincia y de la Nación y saben que lo que necesiten de nosotros para ayudar, lo van a tener porque nos motoriza el espíritu de que la gente esté mejor. 

-La Ley 14.836 sancionada en septiembre de 2016 habla de que un intendente no puede serlo luego de dos mandatos consecutivos. El artículo 6 dice que si el reemplazo (caso de Jaime Méndez) dura más de dos años se considera como un período. Su segundo mandato sería de 2019-2023. Por caso, en 2023 no podría volver a serlo. A menos que usted asuma y ahí se rompería la consecutividad y él podría volver a presentarse en 2023 e incluso 2027. [ver ley]

-No lo tenemos en cuenta y no vamos a usar ese ardid como trampa para la ley. 

-¿Le parece una trampa? 

-No creo que el espíritu de la ley hacer que un día o dos interrumpan un proceso. Cuando llegue el momento miraremos eso. 

-¿Cuál es su crítica a esa ley?

-Estoy de acuerdo con que exista un límite en la cantidad de períodos. No estoy de acuerdo con que la Provincia tenga facultades para decir, meterse en la vida institucional de los municipios respecto a la cantidad de mandatos de concejales, consejeros escolares e intendentes.

-¿Y quién debería decidirlo?

-Los municipios, porque son parte de su autonomía. 

-Pero ningún municipio, ningún intendente en ejercicio creo que lo limitaría…

– Yo creo que sí. Vamos a ver el año que viene. Por eso yo digo que siempre estoy de acuerdo con el límite. Nosotros lo ejercimos aunque la ley no estuviera. Yo podría haber sido candidato y no lo fui. Me parece que es bueno que se recambie, que haya otras personas que tengan posibilidades, que la población tenga posibilidades de elegir entre nuevos. Pero creo que con la reforma del ‘94 de la Constitución de la Nación, que después la Provincia no siguió en el tema de la autonomía municipal, ésa es una facultad que está delegada en los municipios, porque es parte de su fuero autonómico. 

Mi crítica a la ley no tiene que ver con poner un límite a los intendentes sino con quién pone ese límite. Creo que los intendentes tienen que empezar un proceso de declaración de autonomías a partir de asumir responsabilidades que la Constitución de la Nación se las dio a partir de 1994 y que la Corte bonaerense y nacional han ido ratificando. Han dicho ‘los municipios son autónomos y usted provincia no se meta que no corresponde’. Habrá que tratar que los intendentes se pongan los pantalones largos y se hagan cargo. 

-Dentro de esa construcción a futuro, ustedes están trabajando desde la Asociación Concordia para la formación de dirigentes, cuyo perfil se podría decir que es provida, católico y conservador.  

-Argentina necesita cuadros políticos medios y superiores para los próximos años. Nosotros vamos a dar esta capacitación que es la mirada que nosotros tenemos pero no se refleja exactamente con esas palabras. Tenemos un espíritu nacional, cristiano y popular. Eso se refleja en los actos de todos los días, con el trabajo de los chicos recién nacidos y con las madres en los CDIF, que no se hace en ningún otro lugar de la Argentina. Es nuestro combate contra la pobreza. Falta mucho, pero la creación de jardines de infantes tiene que ver con eso. Saber que hay un otro que no es un número, un plan o un recibo de sueldo, sino que tiene ilusiones y sueños. Y para eso hay que hacer mucho más que ponerle plata en el bolsillo. El desafío es lograr que eso que planteamos sea escuchado.

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 Sabe que no es prudente contar todo, pero es generoso con la información. Habla con admiración de sus colaboradores más cercanos y destaca la importancia de discutir y analizar estrategias en equipo. Del ámbito local, cuenta alguna perlita pero prefiere que sea el intendente electo quien haga anuncios. Tiene pensado ir con su nieto a la asunción de diputados nacionales el próximo miércoles. Habla de «prudencia» y recuerda el texto del filósofo alemán Joseph Piper y su primer discurso como intendente, en 2007. Doce años han pasado. Ya son las 10.20 y en el living de la casona espera otra cita. Una nueva etapa ha comenzado. 

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