Nación

Caída de salarios: 12 años de pérdida de poder adquisitivo en Argentina

Durante los últimos 12 años, los ingresos de los asalariados argentinos y las devaluaciones en curso han contribuido a un cóctel explosivo para las familias, muchas de las cuales luchan por mantener su nivel de vida.

Un nuevo estudio de la consultora Focus Market revisó las variaciones salariales desde 2011 a la fecha y llegó a la conclusión de que, sólo durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, y sólo en el caso de los trabajadores estatales, los salarios actualizados ganaron a la inflación acumulada. durante el período. La inflación fue del 204 por ciento, mientras que los salarios en el sector público fueron ligeramente superiores al 206 por ciento durante ese tiempo.

Por otro lado, tanto durante los gobiernos de los ex presidentes Mauricio Macri como de Alberto Fernández, la inflación erosionó los salarios.

Mientras que la inflación acumulada durante la administración de Macri alcanzó el 297 por ciento, los salarios públicos aumentaron un 139 por ciento. En el caso de Fernández, los precios al consumidor aumentaron 1.143 por ciento durante su gobierno, mientras que los salarios públicos aumentaron 896 por ciento.

Recientemente, el salario mínimo de Argentina se fijó en 202.800 pesos para marzo de 2024, pero ese nuevo valor representa, en términos reales, el nivel más bajo desde junio de 2003, cuando era de 120.776 pesos, utilizando los precios de enero de 2024 como forma de medición.

Según la consultora, el salario mínimo se encuentra actualmente en su nivel más bajo de las últimas décadas. “Alcanzó un techo de 489 dólares en febrero de 2017, mientras que siete años después, en marzo de 2024, se encuentra en uno de sus niveles más bajos: 193 dólares”, se lee en el informe.

“Hasta ahora, la economía argentina había ganado tracción impulsada por el sector público a través de la recaudación de impuestos y la impresión de dinero. Esta última acción implicó que este país hoy tenga la inflación más alta del mundo”, explicó Damián Di Pace, director de Focus Market.

Según el economista, “el gobierno está dispuesto a lograr un superávit fiscal, lo que necesariamente pasa por reducir el gasto público y cerrar la impresión de dinero para financiarlo”.

Agregó que “en el corto plazo esto provocará una contracción y caída de la actividad económica y del consumo en el mercado interno. Restaurar los salarios en este escenario será muy complejo”.

Di Pace dijo que “en muchos casos, la decisión y la tensión será si aumentar los salarios o mantener la plantilla. En el contexto de una caída, esto último es una prioridad y los salarios, en muchos casos, difícilmente pueden equipararse a la inflación».

Por otro lado, aquellos con salarios privados tampoco obtuvieron mejores resultados.

Durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la inflación evolucionó 163 por ciento frente a una inflación acumulada de 204 por ciento durante su segundo mandato; y si bien la inflación acumulada durante la administración de Mauricio Macri fue del 297 por ciento, los asalariados registrados vieron aumentar sus ingresos en un 155 por ciento. Finalmente, durante el gobierno de Alberto Fernández, con una inflación acumulada de 1.143 por ciento, los salarios evolucionaron 974 por ciento.

En cualquier caso, los asalariados no registrados eran los que estaban en peor situación. Esos salarios aumentaron un 159 por ciento frente a una inflación acumulada de 204 por ciento durante el gobierno de Fernández de Kirchner, un 124 por ciento frente a una inflación de 297 por ciento durante la administración de Macri y un 595 por ciento frente a una inflación de 1.143 por ciento en el gobierno de Fernández.

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