Malvinas Argentinas

Condenan a 31 años de cárcel a un violador serial

El violador serial condenado por abusar sexualmente de seis jóvenes en la localidad bonaerense de Pablo Nogués, partido de Malvinas Argentinas, en 2006, fue penado esta tarde a 31 años y siete meses de prisión, informaron fuentes judiciales.
Para condenarlo, los jueces del Tribunal Oral Criminal 2 de San Martín tuvieron en cuenta que en todos los casos el acusado amenazaba a sus víctimas con un revólver calibre 22 que guardaba en una riñonera, las iluminaba con la linterna de su celular mientras las violaba y les robó los objetos de valor que llevaban.
En uno de los casos, a su víctima la volvió a llamar por teléfono en su vivienda en reiteradas oportunidades y hasta la volvió a citar en un lugar para volver a verla porque le decía que estaba enamorado.
Se trata de Guillermo Irineo Martínez (32), quien ya había sido condenado por los delitos de «abuso sexual con acceso carnal calificado en 5 hechos; abuso sexual gravemente ultrajante, calificado por el uso de armas; robo calificado por el uso de arma de fuego reiterado en 2 oportunidades y portación de arma de fuego de uso civil», y hoy se dio a conocer la pena que le impusieron.
La fiscal de juicio, Amalia Belaunzarán, había solicitado para Martínez la pena de 40 años de prisión, pero los jueces Gustavo Garibaldi, Aníbal Bellagio y María del Carmen Castro, consideraron como atenuantes que el acusado no tenía antecedentes y que los estudios psicológicos determinaron que padecía trastornos de personalidad y disociación afectiva.
Una de las jóvenes violadas, llamada Cinthia, aseguró sentirse «conforme y más tranquila» con la condena que le impusieron a su agresor, mientras que Alejandra, otra de las víctimas, dijo que a partir de ahora volverá «a ser feliz» y que podrá «volver a salir a la calle».
«Se hizo justicia. El ya está preso. No puedo pedir más. Todo este mes no dormí por lo que estaba viviendo, por momentos tengo mucho miedo, pero tenía mucha fe en la Justicia», dijo Alejandra una vez conocida la condena.
Según determinaron los jueces, el primer caso ocurrió el 12 de junio de 2006 en un descampado de Pablo Nogués, donde Martínez amenazó con un revólver a Cinthia (por entonces de 22 años y con una hija de seis meses) y la obligó a bajarse los pantalones para luego violarla y obligarla a practicarle sexo oral.
Los investigadores determinaron que el modus operandi fue siempre el mismo, ya que el violador contactó a sus víctimas por los avisos de trabajo que las jóvenes dejaban en locutorios o comercios de Pablo Nogués.
El siguiente episodio se produjo el 5 de septiembre del mismo año, cuando violó a tres jóvenes amigas en una casa abandonada en Miraflores y Paracas, de Pablo Nogués.
Según los jueces, Martínez las citó en proximidades de la estación de trenes y las hizo caminar hasta esa casa abandonada, donde las amenazó con el revólver y las violó, para luego robarles un perfume, dinero y otros objetos de valor.
El último episodio se produjo el 12 de septiembre de 2006, cuando el violador atacó a dos amigas en la misma casa abandonada de Pablo Nogués.
Según los jueces, en los tres hechos de violación, los ataques duraron entre dos y tres horas, lo cual fue tomado como agravante al momento de dictar condena.
Tres días después de estas violaciones, personal de la Jefatura Distrital de Malvinas Argentinas montó una vigilancia en los alrededores de la estación de Pablo Nogués y, mediante la utilización de identikits y con los datos aportados por las víctimas, lograron detener a Martínez.
Al momento de la detención, los investigadores policiales hallaron en poder del imputado el revólver que llevaba guardado en la riñonera, y tenía la zona genital depilada, tal como lo habían denunciado las víctimas.
La fiscal Belaunzarán aseguró a Télam que durante la instrucción, realizada por el fiscal de Delitos Sexuales de San Martín, Mario Marini, «las seis ruedas de reconocimientos dieron positivas» y que en los primeros cuatro casos «hay estudios de ADN contundentes que revelaron que su perfil genético coincide con el del semen encontrado en las prendas y los hisopados realizados a las víctimas». Fuente: Telam ●•
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