San Miguel en el multitudinario cierre de Vidal en Vicente López

1.698.276 fueron los votos de diferencia entre la gobernadora María Eugenia Vidal y el candidato opositor, Axel Kicillof. Por eso, el acto del jueves en Vicente López tuvo un fuerte sabor a despedida. La gobernadora le habló a los propios, Vidal sostuvo: «Los últimos dos años no fueron fáciles. Escuchamos y estamos dispuestos a mejorar. ¡Pero no es para atrás, es para adelante!», afirmó. «Empezó la rebelión de los mansos. ¿Será cierto que perdimos y que es el final?», preguntó parada en una pasarela que partía del escenario en el estadio de Platense.

Minutos antes hablaron su vicegobernador, Daniel Salvador, que comparó «la gesta» del presidente Mauricio Macri con la campaña de 1983 de Raúl Alfonsín. También el ministro de Seguridad bonaerense y candidato a diputado nacional, Cristian Ritondo, recordó cuando recibieron una provincia devastada y se preguntó para qué quería volver el Frente de Todos: «¿Para seguir conviviendo con las mafias».

A su turno, el anfitrión y quien aportó más militancia al acto, Jorge Macri dijo: «No sé si puedo hacer un decreto. Los lindos días no son solo de los peronistas. ¡Son de todos los argentinos!». El intendente Macri fue contundente en el mensaje que quería dar: «Algunos vamos a ganar el domingo y otros vamos a perder, pero todos vamos a continuar».

Solo faltaron los choripanes. San Miguel fue el último distrito en llegar a la cancha calamar. Una hora antes habían partido en más de 30 micros desde una plaza en barrio Obligado, donde siempre antes de una marcha organizada por la estructura municipal, registran la postal con una foto grupal. Otro municipio le ocupó el sector 4 que estaba previsto para ellos y tuvieron que acomodarse detrás de la zona vip, donde estaban los tantítimos funcionarios provinciales, que si pierden el domingo dirán adiós el 10 de diciembre. Entre ellos estaban el ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, y su subsecretario José Richards, quienes saludaron a la tropa sanmiguelina.

Fue uno de los actos más peronistas del Pro, con banderas y bombos; la militancia de Vicente López tenía gorros amarillos que citaba el nombre del intendente. La bandera de San Miguel se perdió en algún lugar del tumulto y no ondeó entre la multitud. El secretario de Asuntos Públicos, Cristian Méndez, charloteaba con el presidente del Concejo Deliberante, Hugo Reverdito, mientras hablaban los oradores.  Parado adelante de ellos, estaba el secretario de Gobierno, Manuel de la Torre, que apenas llegó al estadio sacó fotos con su teléfono celular. Estaba satisfecho porque minutos antes se había enterado que habían detenido al hombre que mató al policía semanas atrás en un supermercado chino de San Miguel. Los funcionarios se mezclaban con los trabajadores municipales, algunos muy cansados luego de la jornada laboral. Algún jefe de circuito daba órdenes de vivar cuándo desde el escenario citaban a San Miguel o a Jaime Méndez, ubicado en el escenario a metros de Vidal. El subsecretario de Salud, Diego Lambert, fue uno de los más vehementes con los cánticos y señalar que no quería el regreso de los kirchneristas al gobierno.