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A 4 años del femicidio de una ginecóloga, no hay imputados ni detenidos por el hecho

Zulma Malvar Daz fue asesinada en el patio de su casa de la ciudad Puerto San JulinFoto FB
Zulma Malvar Díaz fue asesinada en el patio de su casa de la ciudad Puerto San Julián.//Foto FB

A cuatro años del femicidio de Zulma Malvar Díaz, la ginecóloga de 63 años que fue asesinada a golpes en el patio de su casa de la ciudad santacruceña de Puerto San Julián, la familia de la víctima criticó a la Justicia porque el caso continua sin imputados ni una hipótesis clara de lo sucedido, y reclamó que se profundice la pista que apunta a un médico que trabajaba con ella en el hospital local y que contaba con antecedentes por violencia de género.

«Con el tiempo han ido surgiendo datos y testigos. Hay líneas de investigación, pero se ve que el juez y el fiscal no tienen ganas de trabajar. Los datos que aportamos han quedado pendientes», expresó con indignación Alejandro Jodar, hijo de Zulma, en diálogo con Télam.

El 18 de julio de 2019 quedó marcado en la memoria de Alejandro y en la de la pequeña ciudad de Puerto San Julián, emplazada en la costa este de Santa Cruz, a más de 350 kilómetros de la capital provincial, y que no supera los 8.000 habitantes.

Aquel día, Zulma Malvar Díaz, la única ginecóloga de la ciudad, fue hallada por su hijo muerta y semidesnuda en el patio de su casa, donde la mujer convivía con su madre de más de 80 años.

Sobre ello, los investigadores encontraron que la vivienda estaba desordenada, a la vez que se halló sangre en las paredes y en un paredón de afuera, aunque las cerraduras no estaban forzadas.

Esa situación indujo a los investigadores a suponer que Zulma se hallaba con alguien conocido cuando fue atacada, mientras que los resultados de la autopsia concluyeron que la muerte fue por «anoxia encefálica por asfixia mecánica por compresión cervical extrínseca».

A pesar de contar con esa información, las autoridades judiciales nunca pudieron encontrar elementos suficientes para imputar a alguien por el crimen.

Al respecto, fuentes vinculadas a la causa aclararon a Télam que la investigación «sigue en trámite«, y que continúan realizándose peritajes para intentar encausar alguna hipótesis sobre el hecho.

Según los voceros, una de ellas es la elaboración de un perfil criminal de él o los agresores, a partir de los indicios hallados en la escena de hecho.

Otra de ellas consistió en el envío de muestras genéticas a Buenos Aires de los presuntos asesinos, ya que en las paredes de la vivienda había sangre correspondiente a por lo menos dos personas: un hombre y una mujer.

(s)La sospecha de Alejandro Jodar(S)Ante la demora en el avance de la investigación, el hijo de Zulma Malvar Díaz, Alejandro Jodar expresó que seguirá luchando por justicia y consideró que tanto el magistrado que interviene en la causa, Ludovico Pio Pala, como el representante del Ministerio Público, Alejandro Victoria, «han hecho muchas cosas mal» a lo largo del proceso.

«Yo soy empleado judicial y me tocó trabar con el mismo fiscal y el juez. Sé cómo trabajan y sus mañas», lamentó Jodar, que en un principio estuvo entre las personas investigadas, aunque su participación en el hecho fue descartada por los pesquisas.

Para Alejandro, el principal sospechoso por haber asesinado a su madre es un médico cirujano, de quien se reserva su identidad, que trabajaba con ella en el hospital de San Julián y que tenía antecedentes por violencia de género contra una de sus exparejas.

«Lo que más nos llamó la atención de esa persona fue que llegó muy pronto a la escena del crimen. Había revisado el cuerpo de mi mama y le había sacado fotos. Nos cansamos de pedirle al fiscal que solicite el secuestro del celular de ese médico, pero nos lo denegó», afirmó Jodar.

En un principio, ese cirujano fue investigado y se le pidió un análisis de ADN para verificar si correspondía con los rastros genéticos hallados en la casa de Malvar. Sin embargo, los resultados de esa pericia lo desligaron de la escena del hecho.

Al respecto, Jodar consideró que la cadena de custodia en aquella muestra no había sido respetada: «Lo mandaron así nomás por un sobre de Correo Argentino. Como si fuera una compra cualquiera. El cotejo dio negativo. Cuando hicimos el seguimiento del envío por internet, vimos que la oblea del envío era inexistente. Pensamos que hubo una manipulación de ese informe».

Por otra parte, el hijo de la víctima aclaró que no le constaba que su madre estuviese en pareja con alguna persona del pueblo y que «tampoco tenía deudas con nadie».

También se refirió a los registros de las cámaras de seguridad de las calles aledañas a la casa de Zulma y opinó que «la policía hizo una chanchada» con ellos.

«De vecinos nadie vio ni escuchó nada. La vecina tenía un sistema de cámaras de seguridad que fue analizado por la policía. Pero cuando pedimos las cámaras, nos dijeron que le había entrado un virus a la computadora de la policía. Es todo muy raro. Eran clave porque las cámaras daban a la puerta de la casa de mi mamá. Para mí, las hicieron desparecer», indicó Jodar, quien sugirió que el Hospital local está relacionado con dicha circunstancia.

«Justo las cámaras eran de la directora del hospital. Qué casualidad…», continuó y no descartó que el móvil del crimen haya sido por un presunto caso de mala praxis ocurrido en el centro de salud.

Jodar recordó que con su madre tenían una relación «muy fuerte» y «cercana».

«Todos los días me levanto con la esperanza que alguien hable. Estoy seguro que alguien sabe o escuchó algo. A veces la gente no se involucra porque tiene miedo. El trabajo que tenemos que hacer es buscar nombres y enganchar hipótesis para fundamentar las sospechas. Ya hemos hecho prácticamente todo», cerró.


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