Padres y docentes del colegio de Muñiz San Gabriel continúan en la búsqueda de una solución para que los 300 alumnos puedan concluir las clases este año. El martes, un grupo de padres dialogó con Nora Pinedo de la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada, pero no llegaron a una respuesta concreta, por lo que seguirán insistiendo en el reclamo.
Hasta la semana pasada, los estudiantes recibían clases de los docentes que acompañaban el reclamo, pero dejaron de hacerlo por la responsabilidad civil que implicaba. Y este es otro eje del conflicto, que es la continuidad laboral de unos 35 docentes más personal administrativo y auxiliar. Ante el conflicto, muchos chicos fueron reubicados en otros colegios, pero no la mayoría. La particularidad del San Gabriel es que se trata de un colegio inclusivo, que alberga a niños que tienen distintas discapacidades y no son admitidos en otras instituciones.
En material judicial, hay dos acciones de amparo con pedido de cautelar pero el juez todavía no se expidió, pese a la urgencia de la causa. Los padres confían en que el letrado tomará como prioridad el derecho constitucional de la educación antes de priorizar el derecho privado.
Durante el conflicto, fueron muchas las marchas de los padres, docentes y estudiantes a la Municipalidad de San Miguel y a la jefatura de la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (DIPREGEP) para exigir la reapertura. En tanto, desde el Municipio dicen que no pueden intervenir porque se trata de instituciones privadas.
La docente de historia Sandra Domínguez contó que la orden de desalojo databa de 2013, pero que se hizo público dos días antes del cierre. El viernes anterior al desalojo las autoridades seguían cobrando cuotas y matrículas de inscripción. «Votamos en asamblea docentes estudiantes y padres y exigimos a las autoridades municipales y provinciales la reapertura del colegio para que ningún docente se quede en la calle y para que ningún estudiante se quede sin cursar», afirmó.
