«Cuando nos dijeron que nos iban a suspender el corso, chicos y grandes nos pusimos muy mal. Trabajamos mucho para poder realizarlo», contó a El Sanmiguelino la docente y vecina Mónica Sánchez. El sábado por la tarde, una decena de móviles municipales arribaron a la plaza de La Olla, en el Barrio Obligado de Bella Vista. La orden era el desalojo y así lo habían manifestado días atrás.
Los organizadores de la actividad aseguraron que ellos habían pedido una «autorización municipal» al delegado Fabio Pérez y tramitado en el ente correspondiente, pero que nunca fue contestada por la Municipalidad.
Pasados los minutos, llegó el comisario zonal, de apellido Salvatierra y el director de Seguridad del distrito. También se presentaron dirigentes del Frente para la Victoria: Franco La Porta junto a los concejales Javier Coronel, Sebastián Cáceres y Marcela Viguera, quienes «otorgaron el apoyo institucional de su representatividad política y le plantearon a las autoridades municipales la incompatibilidad del procedimiento con la “Ley Nacional de Carnaval”».
Después de varias idas y vueltas, el carnaval pudo realizarse y los vecinos disfrutaron del corso hasta pasadas las doce de la noche.
