Elizabeth Farese: "Uno de los objetivos es lograr tener la fiscalía de género en Malvinas"

Es un mediodía de primavera y hay sol, suena el teléfono en la Subsecretaría de la Mujer, Niñez y Adolescencia, en el primer piso de la Municipalidad de Malvinas Argentinas. Del otro lado de la línea, una mujer policía informa que una psicopedagoga de una escuela pública está denunciando que tiene la fuerte sospecha que una niña de 9 años es abusada por su papá y otro familiar.

Un rato más tarde, con la denuncia en mano y traídas por un móvil policial, la madre y la niña están frente a la subsecretaria Elizabeth Farese, titular del área mencionada. Sabe que no será un caso fácil, sobre todo, cuando llegan los otros hijos de la mujer y sospecha que también ahí hubo abuso. En total, son cinco menores de edad y la madre, quien al principio niega la situación de abuso pero después deja entrever, «que sí, que puede ser… que con razón había sucedido esto y aquello». Minutos después, la Subsecretaría da intervención a la Justicia de San Martín, de la cual depende Malvinas Argentinas.

Rápidamente se logra la perimetral pero no la exclusión de hogar, tiempos burocráticos de la Justicia permiten estas contradicciones. Mientras tanto, los diferentes integrantes de esa familia vulnerada son atendidos por profesionales de distintas áreas: psicólogos, trabajadores sociales. Un rato más tarde la mujer y dos policías de la Local van hasta su casa.

El hombre está ahí, se violenta, grita y no permite que su hasta entonces pareja se lleve los documentos y otros imprescindibles. Los agentes, que están siendo capacitados para tratar casos de violencia de género, logran disuadirlo y la mujer entra a la casa y sale lo más rápido que se lo permiten sus piernas.

Son casi las nueve de la noche. El desafío por delante es encontrarles un lugar para pasar la noche. Todos los refugios al que llaman dicen que no, que no pueden albergar a tantos familiares juntos. La desesperación es cada vez más fuerte hasta que por fin, desde un lugar del Conurbano dicen que sí.

Llegan con una trabajadora social y se firman actas para registrar la estadía. Al otro día, tendrán que levantarse temprano y estar a las ocho de la mañana en el Servicio Local. Días después, la madre se empoderará y no querrá volver nunca más a esa casa ni repetir ese infierno.

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La historia narrada es real, sin mencionar nombres ni direcciones para preservar los derechos de las víctimas. Es el reflejo de uno de los tantos casos que llegan a diario a la Subsecretaría de la Mujer, Niñez y Adolescencia. En el Día Contra la Violencia Machista, Malviticias entrevistó a Farese, quien habló de los procesos y desafíos del área.

Los casos de violencia de género llevan un tiempo de seguimiento y de tratamiento. No se resuelven rápido ni con soluciones mágicas ni con la mera firma de un juez. Las mujeres que se acercan a la Subsecretaría por primera vez son atendidas por una dupla, que puede ser de abogada – psicóloga; trabajadora social -abogada; etc. «Trabajamos muchísimo con la contención. Las mujeres llegan siempre con mucho miedo. Hay que ser recontra valiente para llegar hasta acá y contarlo», relata a Malviticias Farese en una entrevista en el marco del Día Contra la Violencia de Género.

«Se las contiene, se las asesora y se les explica qué implica realizar una denuncia. No se las obliga a denunciar. Si la mujer lo desea, se las acompaña a la comisaría. Si corresponde y estamos en horario del Juzgado de Paz, ese mismo día vamos a hacer la perimetral o el pedido de exclusión del hogar», amplía la funcionaria.

el mayor objetivo de la gestión del intendente Leo Nardini es lograr la fiscalía descentralizada como tienen otros distritos.

Farese destaca al equipo de trabajo que la acompaña desde diciembre, aclara que el trabajo empieza justamente después de la denuncia. «Porque vos tenés que contener a esa mujer, a esa familia: la terapia con el psicólogo (es obligatorio para todos los casos), para que la persona se sienta contenida y se empodere». El concepto de empoderamiento tiene que ver con la toma de conciencia del poder que tiene la persona y la recuperación de su propia dignidad.

Como contaba la historia del principio de la nota, la Subsecretaría se ocupa también de buscarle un hogar de tránsito a las víctimas, que muchas veces están con sus hijos pequeños. Malvinas articula sobre todo con refugios de Moreno y Pilar, pero también con otros como José C. Paz y alguno de Capital. Tiene que ver con la particularidad de cada caso y cuando hay menores de edad intervienen los tribunales de San Martín. Uno de los pedidos de la Subsecretaría a Nación fue la instalación de un refugio para mujeres, pero el Gobierno nacional ya adelantó que no será posible porque los refugios programados serán para otros distritos. Otro de los objetivos de la gestión del intendente Leo Nardini es lograr la fiscalía descentralizada como tienen otros distritos, como Pilar o Avellaneda. Servirá para contrarrestar la burocratización de las causas y que sea personal especializado el que intervenga.

La Subsecretaría también está a cargo del Servicio Local, que es una instancia que tienen todos los Municipios para procurar el bienestar y el desarrollo de los niños y niñas. Farese contó que no fue fácil el principio porque se tuvo que «acomodar, remodelar y reflotar todos los expedientes que estaban tirados en ese servicio local», que está a cargo de la Trabajadora Social Beatriz Ruiz.

Para este gobierno municipal, la lucha contra la violencia de género es una política de Estado y por eso se creó una subsecretaría cuya jerarquía es altísima para un organigrama municipal. En este sentido también fue todo un simbolismo al comenzar la gestión la erradicación de prostíbulos que todas las noches iluminaban con sus luces amarillas y rojas las rutas malvinenses.

La Subsecretaría alberga una Dirección de la Mujer, a cargo de Gabriela Bangert. De ahí dependen las tres subdirecciones: de Políticas Públicas para la Mujer a cargo de Paula Verón, área que se ocupa también de los casos de trata de personas; de Niñez y Adolescencia a cargo de Silvia Benítez y la de Diversidad de Género a cargo de Haydeé Basualdo.

En total, trabajan unas 30 personas en la Subsecretaría, que también articula con otros espacios como Seguridad, Promoción Social, Deportes, Educación y Salud. Farese destaca la buena relación con la oficial Roxana Sosa, a cargo de la Comisaría de la Mujer.

A once meses de gestión, Farese le contó a Malviticias que se atendieron unos tres mil casos. Un número que asusta y hace repensar la importancia del área. La mayoría se resolvió o está en camino de hacerlo. Según su registro, solo hubo tres casos de trata de personas. Junto con Moreno, Malvinas Argentinas son los dos distritos con mayores estadísticas de casos de violencia de género denunciados.

A once meses de gestión, se atendieron unos tres mil casos. Un número que asusta y hace repensar la importancia del área.

Desde abril, la Subsecretaría brinda charlas en las diferentes espacios de la comunidad como iglesias, instituciones, ongs  y escuelas del distrito. Se problematizan situaciones de violencia de género, bullyng, grooming, embarazo adolescente, noviazgos violentos, etc. Además, hay dos programas de trabajo: Cuenta Conmigo, que se trata de reuniones de mujeres cada quince días y hay terapia grupal; y Pensando en Vos, orientado a los adolescentes.

[icon-box icon=mail] Para comunicarse con la Subsecretaría pueden escribir a ssmujer@malvinas.gov.ar ó llamar al 4660-9000, interno 1331. También acercarse al Municipio, Presidente Perón 4276, primer piso. Además, en caso de violencia de género puede llamar al 144.
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