Las historias detrás de las denuncias por estafa
A cinco días de la feria judicial, la detención del empresario inmobiliario, Oscar Fergonzi, sorprendió a sus denunciantes. Cuatro de ellos contaron a El Sanmiguelino sus sensaciones y el camino que transitaron para llevar a la Justicia una problemática que comenzó en 2015.
“Tengo la piel de gallina”
“Después de casi 18 denuncias penales que tiene, era lógico que tome alguna medida la fiscalía”, expresó Soledad a El Sanmiguelino con la voz quebrada del otro lado del teléfono. “Tengo la piel de gallina”, relató.
A fines de noviembre de 2017, ella y su marido descubrieron que estaban a la venta los terrenos donde iban a desarrollarse los proyectos inmobiliarios de Constructora Grupo 4 que habían comenzado a pagar por intermedio de la inmobiliaria Sabrina Dellagogna en mayo de 2016. «Radicamos la denuncia y fuimos a mediaciones donde Fergonzi, pero nunca propuso nada coherente”, expresó Soledad.
“Cada uno de los 18 proyectos estaba compuesto por 15 o 20 departamentos, así que calculamos que alrededor de 300 personas fueron estafadas. Esto va a servir para visibilizar los casos de nuevos damnificados”, expresó.
La responsabilidad de las inmobiliarias es absoluta para Soledad: “Durante las mediaciones, no quisieron devolvernos la comisión que nosotros pagamos porque dicen que actuaron de buena fe”. Cada damnificado desembolsó, a partir de 2015, alrededor de 50 mil pesos en las inmobiliarias que intercedieron en las ventas.
El primer piso es codiciado
Laura y su marido habían comprado en 2015 un departamento desde el pozo en lo que sería el edificio Alem. Era el 1° C de la futura construcción. Con el tiempo, se cruzaron a la dueña de la casa donde se proyectaba la construcción del nuevo edificio. “Ella nos contó que Fergonzi había prometido entregarle, como forma de pago, todo el primer piso, una vez finalizada la construcción”, contó Laura a El Sanmiguelino y agregó: “vendió el mismo departamento dos veces”.
El edificio aún continúa sin terminar: “A los departamentos les faltan los muebles, falta el ascensor, etc”.
La pareja decidió demandar civil y penalmente a la inmobiliaria que los introdujo en la compra del departamento. Se trata de Rosana Serra, que estaba ubicada en una galería sobre avenida Perón, al lado del cuartel de bomberos. Laura cuenta que ya no está más en ese local: “No trabaja más ahí y vende su departamento para irse”. No volvieron a tener noticias de la martillera. “Nosotros no creíamos que tenía algo que ver y ahora vemos que se están queriendo escapar”, dijo Laura.
“Fue una buena noticia para nosotros. Sentimos que se hizo justicia. Si bien puede pagar fianza y salir, es un señor que andaba por San Miguel como si nada. Era muy impune”, cerró la damnificada.
Venderlo todo por nada
Miriam y sus hijos vendieron un Ibiza 5, dos vehículos y entregaron un adelanto de 350 mil pesos, más un año y medio de pagar cuotas que rondaban los 36 mil pesos. Habían comprado tres departamentos en proyectos inmobiliarios que llevaría adelante Constructora Grupo 4: un Aras de Bella Vista de dos ambientes y dos de tres. “La construcción quedó en cero y hasta vendió los terrenos”, expresó la daminificada a El Sanmiguelino.
Todo comenzó en noviembre de 2015. “Supuestamente, la obra arrancaba el 2 de enero de 2016 y tenía que estar terminada para diciembre de este año”, explicó Miriam.
“No solo pagamos todo eso, sino que teníamos que pagar los alquileres ya que habíamos vendido el departamento que teníamos”, continuó la damnificada. Ella, también, denunció a la inmobiliaria Gutiérrez donde Fergonzi fue presentado como una persona de confianza porque “trabajaba en San Miguel hace años”.
Cero avance
“Yo había comprado en 2017, de pozo, un departamento en la calle Muñoz, entre Mitre y Concejal Tribulato. Estuve un año y medio pagando cuotas de 12 mil pesos, entregué un auto y 250 mil de anticipo”, contó Lorena a El Sanmiguelino. Con el paso del tiempo se empezó a enterar que la obra no avanzaba y Fergonzí le dijo que “todo era una movida política”.
“Después, se puso en venta la casa donde se iba a construir el emprendimiento inmobiliario. Llamé a la inmobiliaria que la vendía y me dijeron que no habían proyectos de construir un edificio en el lugar. En septiembre tuve una reunión con Fergonzi y me dijo que iba a reubicarme en otro proyecto pero nunca más me llamó”, cerró Lorena.