Miles de personas pululan por las calles de Buenos Aires para protestar por las reformas de Milei

El movimiento sindical argentino está poniendo a prueba el apoyo popular al plan de austeridad del presidente Javier Milei en una huelga nacional a menos de dos meses de su presidencia.

Miles de argentinos inundaron las calles y avenidas que rodean el Congreso durante una protesta masiva el miércoles en Buenos Aires organizada por la CGT, uno de los grupos sindicales más antiguos y poderosos del país. Los acontecimientos del día ayudarán a fijar el tenor del debate mientras el economista libertario intenta reducir el tamaño del Estado en un intento por controlar la inflación de tres dígitos. Los legisladores pospusieron hasta la próxima semana una votación clave sobre parte de esa agenda.

El gobierno proyectó una sensación de calma desde lejos. «Unos miles en huelga, algunos millones trabajando», tuiteó el portavoz presidencial Manuel Adorni, mientras Milei -desde su residencia oficial en las afueras de la capital- publicaba un gráfico que mostraba el dinero en circulación y los pasivos del banco central. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se reuniría con el presidente más tarde el miércoles para discutir la respuesta de seguridad, y su oficina estimó que sólo había 40.000 huelguistas en las calles.

Los manifestantes se concentraron alrededor de la Avenida de Mayo y cortaron la avenida más ancha de la ciudad, la 9 de Julio, a pesar de medidas estrictas contra los cortes de calles que anunció Bullrich en diciembre. La multitud se reunió para ver a los principales líderes sindicales pronunciar un breve discurso a primera hora de la tarde y comenzó a dispersarse después. Asistieron varios líderes políticos peronistas, incluido el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y miembros de los sindicatos más importantes del país, portando banderas y tocando tambores.

«Devaluaron y triplicaron los precios de los alimentos y del gas, y ahora nos dicen que no habrá aumentos de pensiones», dijo a los manifestantes Héctor Daer, secretario general del grupo sindical. «Es por eso que les decimos a los miembros del Congreso que actúen de acuerdo con su mandato popular».

El líder sindical de Camioneros, Pablo Moyano, envió un mensaje más severo al ministro de Economía, Luis Caputo, quien dirige los agresivos recortes de gastos del gobierno: “Si continúa con estas medidas, el ministro Caputo será arrojado al Riachuelo”, un famoso río.

Moyano luego se retractó de su comentario, calificándolo de metáfora. Haciendo referencia a la declaración inicial, Caputo dijo en las redes sociales que espera que el sistema de justicia se involucre.

Después de asumir el cargo en diciembre, Milei emitió un decreto que desregulaba vastas áreas de la economía y envió un amplio paquete de reformas de libre mercado al Congreso. Descongela los precios de miles de productos cotidianos y está avanzando firmemente en la eliminación de generosos subsidios a la electricidad, el gas y el transporte, en medio de una inflación anual que supera el 211 por ciento. Mientras que la CGT impugnó con éxito ante los tribunales las disposiciones laborales del decreto, la votación sobre el llamado proyecto de ley general se dirige a la cámara baja.

Milei se ha apegado a la retórica grandilocuente de su campaña, pero también ha dado un giro pragmático al retirar de su paquete de reformas legislativas una propuesta para privatizar la petrolera estatal YPF SA. La aprobación del proyecto de ley será crucial para que su gobierno cumpla los objetivos establecidos por el Fondo Monetario Internacional en su última revisión del programa de ayuda de 44.000 millones de dólares de Argentina, el mayor del prestamista multilateral.

“Dependiendo de cuánta gente movilice, el sindicato podrá demostrar cuánto peso tiene en la mesa de negociaciones”, dijo en una entrevista el analista político Raúl Timerman. “Si la protesta es masiva, a los legisladores les resultará más difícil votar a favor del gobierno. Pero si la protesta fracasa, quedará claro que Milei todavía cuenta con el apoyo de la población”.

por Manuela Tobías, Bloomberg