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«No hay evidencia para preocuparse por la nueva variante descrita por los franceses»

Telam SE

La variante B1.640.2 de coronavirus, también llamada Camerún y caracterizada recientemente por investigadores franceses, si bien presenta muchas mutaciones no tiene hasta el momento evidencia de que sea más contagiosa, ni genere cuadros más graves o de que las vacunas sean menos eficaces respecto del virus original, aseguró este martes el virólogo e investigador Humberto Debat.

«La variante B1.640.2 es un sublinaje de la variante B1.640 que había sido ya detectada durante 2021 en algunas muestras en Francia, Indonesia y Congo; nunca tuvo amplia dispersión y la razón por la que está el mundo hablando hoy de ella es porque hace unos días se publicó un artículo científico no revisado por pares aún», describió Debat en diálogo con Télam.

Y alertó que «este trabajo fue publicado por el virólogo francés Didier Raoult, quien fue defensor de la hidroxicloroquina y tuvo publicaciones que tuvieron que ser retractadas por malas metodologías durante la pandemia».

Debat, integrante del Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2 (PAIS), describió que «en esta publicación se analiza un pequeño brote de 12 casos, cuyo origen fue una persona que había viajado a Camerún, y cuando analizan los genomas encuentran 46 mutaciones, 14 de ellas en la proteína spike que es que la utiliza el virus para ingresar a las células del organismo».

«Hoy hay sólo cinco variantes de preocupación clasificadas así por la OMS (Alfa, Beta, Gamma, Delta y Ómicron)».

«De esas 14 mutaciones, hay algunas que conocemos bien porque son compartidas con otras variantes como Beta, Gamma y Ómicron, y otras mutaciones que comparte con Lambda y con Alfa».

El especialista recordó que «hoy hay sólo cinco variantes de preocupación clasificadas así por la OMS (Alfa, Beta, Gamma, Delta y Ómicron), dos de interés (Lambda y MU) y hay una tercera categoría que son las ‘variantes en monitoreo’ (aquellas observadas en su comportamiento), dentro de las cuales está la B1.640 que fue clasificada así en noviembre pasado por la OMS».

Debat explicó que «cuando la OMS clasifica tiene en cuenta aspectos genéticos evolutivos, pero también epidemiológicos y biológicos que impactan en la forma de comportarse del virus».

«Para esta variante B1.640.2, a la fecha lo único que tenemos es una caracterización genética y evolutiva en la cual se detectaron un gran número de mutaciones pero no hay ningún aspecto epidemiológico asociado, es decir, no se ha visto expansión de casos, ni cambios en la clínica en los pacientes, ni impacto en la efectividad de las vacunas», señaló.

Asimismo, sostuvo que «tampoco se comportó desplazando a otras variantes, es decir que no hay ninguna evidencia epidemiológica de que esta versión del virus se comporte en forma distinta; tampoco hay información biológica, es decir, que no hay todavía información experimental que demuestre que esta variante tenga, por ejemplo, un escape inmune frente a las vacunas».

El especialista destacó que «lo que observamos no tiene nada que ver con lo que se vio con la Ómicron, que tres días después de que se anunció ya se había sido clasificada por la OMS como de preocupación, se extendió en más de 130 países, es dominante en muchos de ellos y generó la ola de casos más grande que se ha producido en esta pandemia».

«A la fecha, esta variante es sólo una versión del virus con un genoma distinto, todavía no es de preocupación y ni siquiera de interés y es muy probable que en unos meses la olvidemos y haya sido la anécdota de un genoma distinto», finalizó.

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