Quedará libre el acusado de tirar una bengala en el recital en que murió Miguel Ramírez
La justicia penal de La Plata dispuso ayer la libertad por falta de mérito de Iván Fontán, acusado de haber disparado una bengala que habría ocasionado la muerte del vecino de Los Polvorines, Miguel Ramírez, durante un recital del grupo de rock La Renga, realizado en abril pasado en el Autódromo platense.
Fontán, quien estaba detenido con prisión preventiva desde hace una semana acusado de homicidio con dolo eventual, fue liberado por la Sala III de la Cámara de Apelaciones de La Plata, informaron a Télam voceros judiciales y su abogado defensor Gustavo Avellaneda.
Los camaristas fundamentaron su decisión en que «no está acreditado en la causa que el fallecimiento de Ramírez haya sido por la bengala».
«Los integrantes de la Sala tuvieron en cuenta para emitir esta opinión los resultados de la autopsia practicada al cuerpo de Ramírez y otros informes» explicó Avellaneda, y añadió que «también consideraron que no hay elementos para acusar a Fontán de dolo eventual».
El abogado concretaba las diligencias necesarias para que su defendido obtenga efectivamente la libertad en las próximas horas, desde su lugar de detención actual, la Departamental de Investigaciones de Quilmes.
El miércoles de la semana pasada, el juez de Garantías César Melazo le había dictado a Fontán la prisión preventiva a pedido de la fiscal Virginia Bravo por el delito de «homicidio con dolo eventual».
La fiscal había detallado en su pedido que el 30 de abril último a las 22.30, en el autódromo de La Plata, «Fontán encendió un dispositivo portátil del tipo bengala, el que dirigió al nutrido grupo de personas que se encontraba dispuesto a escuchar el concierto que daría el grupo de rock La Renga».
Sostuvo que «en momentos en que se apagaban las luces, dando comienzo al evento, el proyectil impactó en la humanidad de Miguel Ramírez, interesando la zona cervical, fracturando maxilar inferior derecho y primera costilla, lesiones que -a la postre- le provocaron la muerte».
Por Télam. Para la fiscal, el accionar del imputado «aparece voluntario y ejecutado con un medio que podía razonablemente producir la muerte y, aunque haya excedido su propósito expresado de no matar, debe responder al ilícito penal de homicidio si los efectos son mortales, en virtud del dolo eventual, en el cual no se fija límite a sus consecuencias».
Una de las pruebas que se tomaron en cuenta para detener en mayo último a Fontán en su casa de Ingeniero White fue un mensaje de texto que le envió a un amigo que hacía mención a lo sucedido en el interior del autódromo platense donde afirmaba «la culpa la tuve yo».
También fue importante la declaración de tres amigos que acompañaban a Fontán en el recital, quienes detallaron el momento en que ven a Fontán con la bengala en la mano y la discusión que se suscitó para que no arrojara el proyectil.
Uno de los jóvenes le advirtió a Fontán que «no la tires, tenés un arma en las manos, si te mandás una cagada, hacete cargo», tras lo cual forcejearon y se golpearon, pero Iván igual la accionó.
Otro amigo, identificado como Pablo Obregue, declaró que tras arrojar la bengala vio que varios asistentes al recital corrieron a Iván y le gritaban: «¿Por qué tiraste eso? ¿Cómo vas a tirar eso, enfermo? ¡Te vamos a matar!».
Ante esta situación, Obregue les dijo que Fontán «era un enfermo mental y que tenía problemas, que no le pegaran».
El testigo Leonardo Garay declaró que vio a Fontán arrojar una bengala muy grande y luego reconoció al imputado en sede judicial.
Además, en la casa de Fontán, se secuestró una remera de La Renga «con restos de cloro, potasio, aluminio, magnesio, silicio, fósforo y azufre, sustancias que se utilizan para el armado de artefactos pirotécnicos».
