La revista "Hecho en Buenos Aires" celebra sus doce años
La revista «Hecho en Buenos Aires», creada como instrumento para dar trabajo a personas desocupadas a través de la comercialización del producto, cumplió 12 años de vida y sus empleados valoraron el emprendimiento como vehículo para mejorar su calidad de vida.
«Hace siete años estaba sin empleo, y un día vi en la tele una nota sobre el trabajo de vendedor de la revista, por lo que vine a ver si podía haber un lugar para mí», dijo a Télam Juan Carlos Mirco, que a los 74 años se gana la vida vendiendo la revista en la calle.
El hombre recordó que ese día «llovía mucho y me empapé porque como tenía nada más que las monedas para el tren, tuve que caminar bastante». El trabajador contó que empezó vendiendo en el subte y que después le dieron una parada en una esquina.
«La verdad -sostuvo-es que estoy muy contento con este proyecto porque nos ayuda mucho y nos permite conocer mucha gente honesta».
«La gente compra la revista porque sabe que ayuda a personas que a lo mejor dormían en los umbrales de los edificios y que a través de esta venta, tienen una vida un poquito más digna», aseguró el vendedor, al que se le asignó el número 1470.
Horacio Trabbia es de Lanús tiene 40 años y es el vendedor 2180. Contó que llegó a la revista de casualidad.
«Un día hace tres años vine a acompañar una amiga que participaba de un taller y me terminaron ofreciendo la oportunidad de vender la revista».
«Para mí era algo desconocido -acotó- sobre todo empezar a entablar la relación con la gente para venderla, ni hablar de lo importante que se siente cuando se puede trabajar», aseguró Horacio.
El trabajador explicó que «yo estoy vendiendo trescientas cincuenta revistas mensuales en la parada que tengo en Reconquista y Tucumán lo que me deja cerca de dos mil pesos a fin de mes».
«El mes pasado vendí muy bien con la tapa de Jaime Ross, para nosotros es muy importante cuando alguna celebridad acepta darnos una entrevista, o cuando los periodistas hacen un informe interesante porque una tapa atractiva puede hacernos unos pesos más en ese mes», señaló.
Horacio destacó, además, que la revista «no sólo nos ayuda económicamente, sino que también es un reconocimiento importantísimo para los que venimos medio golpeados por la vida», asegura Horacio.
Los directores de Hecho en Buenos Aires establecen un acuerdo con los vendedores por el cual por cada revista que venden a siete pesos, como dice el precio de tapa, se quedan con cinco.
La directora de la publicación, Patricia Merkin, dijo que la revista «surgió en el 2000 como un proyecto para cortar con las formas asistenciales de ayuda a personas con vulnerabilidad social».
Merkin explicó que la idea de hacer algo para ayudar a que otros se ganen la vida «me venía dando vueltas en la cabeza, y un día vino un amigo de Londres con diez ejemplares de una publicación callejera de allá».
Merkin señaló que «ahí comencé a indagar y me pareció fascinante la posibilidad de generar inclusión real a través de un producto periodístico de calidad».
La emprendedora subrayó que «una persona en situación de calle, alguien que acaba de salir de la cárcel, o que se acaba de enterar que tiene VIH, o una mujer golpeada con hijos a cargo, llega acá, se registra como vendedor y se le entregan diez revistas en forma gratuita».
«Esa persona firma un código de conducta y pasa a ser vendedora a tener una identidad diferente, a relacionarse con la calle desde otro lugar y a generarse un ingreso», destacó.
La directora sostuvo que «la propia naturaleza del sistema de distribución hace que los vendedores profundicen sus relaciones sociales por lo que la multiplicación de capital social es enorme».
La revista tiene empleados entre ciento ochenta y doscientos vendedores activos y en promedio cada uno vende veinticinco revistas por día, lo que les reporta más de cien pesos por jornada.
La publicación se ocupó en estos 12 años, donde sacó 145 ejemplares, «de temas muy variados desde la minería hasta la soja y el glifosato», destacó la directora.
