

En el Barrio 31 de la ciudad de Buenos Aires quedaba poca gente luego del mediodía, ya que muchos decidieron ir con sus banderas, conservadoras y tambores rumbo al Obelisco, la avenida Del Libertador y Constitución, con la esperanza de poder acercarse lo máximo posible a la selección argentina en su recorrida de celebración tras haberse coronado el domingo campeona mundial en Qatar.
«Acá está todo muy tranquilo porque todo el mundo ya se fue para Retiro y el Obelisco, tengo conocidos que están ahí desde las 5 de la mañana para agarrar lugar. Nosotros estamos yendo tarde, no sé qué vamos a hacer, vamos a tratar de meternos. Ojalá que veamos a los jugadores», dijo a Télam Anahí Delgado, de 26 años, que se aprestaba a salir junto con su amiga Carla de la misma edad.
En cambio, Klemer Bernard (38) y su pareja Patricia ya estaban de regreso al barrio después de haber estado desde las 7 en el Obelisco, porque «el bebé tiene un año y ocho meses» y ya se hacía insostenible permanecer en el lugar.
«Nos empezamos a juntar con amigos, familiares y vecinos desde el segundo partido en el patio de casa, sacamos la tele afuera y lo veíamos todos juntos. Ahora estamos esperando que lleguen los últimos para ir todos juntos al Obelisco, porque somos más de 20 y algunos trabajaban hasta el mediodía», dijo Vilma Fernández (30), quien contó que ya el domingo estuvieron hasta la medianoche festejando en el centro porteño.
Los dos hijos de Carolina Vázquez, la nena de 9 y el nene de 6, juegan al fútbol en la canchita del barrio y no quieren perder la oportunidad de ver a sus ídolos – Julián Álvarez el de ella, el Dibu el de él-, por eso su madre los llevará hasta Avenida Libertador en la esperanza de que «aunque sea de lejos los vayamos a ver, porque si vamos a otro lado habrá muchísima gente y no los vamos a ver».

Muy cerca de allí, las estaciones terminales de las líneas ferroviarias Belgrano, Mitre y San Martín estaban abarrotadas de gente que llegaba desde diferentes puntos del conurbano para festejar con la Scaloneta.