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Tras volver a prisión por desobediente, Conzi insiste con su libertad

Marcos Schenone fue asesinado a balazos el 16 de enero de 2003 / Foto: Archivo familiar.

 
Horacio Santiago Conzi, el exempresario gastronómico que hace 20 años asesinó a balazos al joven Marcos Schenone, por un ataque de celos relacionado a una mujer en el partido bonaerense de San Isidro, y que cumple una condena de 24 años y nueve meses de cárcel por ese homicidio, insiste en pedir ante la Justicia que le otorguen algún beneficio de libertad anticipada, pese a que hace tres años le revocaron la prisión domiciliaria por «desobediente».

A días de cumplirse las dos décadas de este caso policial -uno de los pocos con repercusión mientras se investigaba el crimen de María Marta García Belsunce-, fuentes judiciales informaron a Télam que la jueza de Ejecución Penal 2 de San Isidro, Victoria Laura Elías García Maañón, tiene en su despacho dos nuevos pedidos de la defensa de Conzi (63).

Por un lado, desde el 12 de septiembre pasado, su defensora oficial, Patricia Colombo, tramita un nuevo pedido de prisión domiciliaria, el mismo beneficio que había logrado obtener en 2019 por cuestiones de salud, pero que le fue revocado por sucesivos actos de inconducta.

En aquel momento, Conzi primero publicó por Facebook que estaba feliz de haber vuelto a su casa y se sentía «saludable 1000%»; luego se arrancó la tobillera electrónica porque le apretaba y después, su hermano Hugo subió también a Facebook un video donde se veía a Horacio violando la domiciliaria cuando paseaba por la vereda de su casa de Boulogne a «Franco y Sara», las dos cabras que tienen como mascotas a partir de que ambos se convirtieron al veganismo, pese a que durante años tuvieron «Dallas-Las Olas Boulevard», uno de las restaurantes de carnes más populares de San Isidro.

Cuando tuvo prisión domiciliaria, Horacio Conzi publicó en Facebook que estaba feliz de haber vuelto a su casa / Foto archivo: Facebook.

 
Pero el episodio que colmó la paciencia de la jueza García Maañón e hizo que Conzi perdiera el beneficio y volviera a prisión, ocurrió el 16 de julio de ese mismo año, cuando salió de su casa durante 12 minutos con la excusa de que había ido a ayudar a su hermano Hugo a empujarle el auto que supuestamente no arrancaba, cuando éste debía ir al cementerio a llevarle flores a la tumba de su madre.

Tras analizar la situación, la magistrada consideró que Conzi quebrantó «injustificadamente la restricción de permanecer en el domicilio» y el 30 de julio de 2019 lo envió de vuelta a la Unidad 48 de San Martín, donde se encuentra actualmente alojado en un sector de régimen semiabierto y con resguardo sanitario, ya que tiene 63 años y además presenta una enfermedad coronaria preexistente, un tipo de arritmia -fibrilación auricular crónica- que lo obliga a estar anticoagulado y someterse a controles permanentes.

El segundo planteo de la defensa, presentado el último 22 de noviembre, es un nuevo pedido de libertad condicional, basado en que lleva preso casi 20 de los 24 años y nueve meses de cárcel a los que fue condenado, y ya cumplió de manera holgada las dos terceras partes de su sentencia.

La misma jueza García Maañón le denegó la libertad condicional en varias oportunidades, la última, en un duro fallo del 22 de abril pasado donde, analizado aquellos antecedentes de inconducta de cuando estuvo con domiciliaria, sostuvo que Conzi tuvo una «actitud desafectiva y desobediente» y que «no se encuentra en condiciones de ser reincorporado a la sociedad».

Ese fallo fue confirmado el 10 de junio por la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro y el 8 de noviembre por la Sala V del Tribunal de Casación bonaerense.

Las fuentes judiciales consultadas indicaron a Télam que teniendo en cuenta estos antecedentes es «improbable» que la jueza ceda en su postura en relación a la libertad condicional, y que sí aguarda unos informes para resolver primero el planteo de la prisión domiciliaria.

Eugenia Schenone / Foto: Victoria Gesualdi.

 

«El día que liberen a Conzi que la gente se cuide, va a haber un asesino suelto»

La hermana de Marcos Schenone, el joven que hace 20 años fue asesinado a balazos por Horacio Conzi en la localidad bonaerense de Béccar, pidió que el asesino cumpla «hasta el último día» de su condena de 24 años y nueve meses de prisión, le pidió a la jueza que tiene a cargo la ejecución de la pena que no le otorgue ningún beneficio y afirmó que el exempresario gastronómico es «una persona peligrosa», por lo que el día que se agote su pena y salga de la cárcel, la sociedad debería estar informada y debería cuidarse porque «va a haber un asesino suelto».

Se trata de María Eugenia Schenone, quien junto a sus hermanos mayores Mariano y Alejandro -Marcos era el cuarto y el menor de los hermanos-, continúan con la lucha iniciada hace dos décadas por sus padres Elsa y Eugenio -ya fallecidos y en su momento miembros fundadores de la asociación Madres de Dolor-, para que se haga justicia en la causa por el asesinato de su hermano, cometido por Conzi el 16 de enero de 2003.

En la siguiente entrevista con Télam, «Maru» no solo habló del homicida de su hermano, sino que también recordó a la víctima como «una persona hermosa».

-Télam: Se cumplen 20 años del crimen de tu hermano, ¿Cómo lo recuerdan a Marcos?

-María Eugenia Schenone: Cómo no recordar a Marcos. Lo extraño todos los días de mi vida. Todos los días que me levanto me acuerdo de mi hermano. Extraño las charlas, los dichos de él, el trato que tenía hacia mí. Todo extraño de mi hermano. Él era una gran persona, simple pero gran persona. Una persona divertida, con quien podías pelearte y estar abrazándote, así era mi hermano. Una persona hermosa.

-T: El asesino de Marcos por ahora sigue preso, pero su defensa presentó una serie de planteos. ¿Creen que la Justicia lo pueda liberar u otorgarle algún beneficio como la domiciliaria de 2019?

-MES: Creo en la Justicia y espero que se quede donde tiene que estar el tiempo que le dio la Justicia y que no le bajen ni un día de la sentencia. Si le dieron 24 años y nueve meses, tiene que cumplirla, estamos hablando de un asesino.

-T: ¿Qué le dirías a la jueza a debe evaluar los nuevos pedidos de libertad o prisión domiciliaria que está haciendo el asesino de tu hermano?

-MES: Lo diría en este caso, como en cualquier caso como el de mi hermano, donde existe un asesino que mató porque quiso, Le diría claramente a la jueza que ni se moleste en evaluar nada. Si en su momento le dijeron que era tanto el tiempo que tenía que estar adentro, tendría que seguir preso hasta el último día y no perder tiempo de su valioso trabajo.

Y en base a lo que fue esta porquería de persona, porque no la puedo llamar de otra manera, por todo lo que hizo, por todo lo que se burló de mis padres, con todo lo que hizo que ya todo el mundo sabe, creo que menos se merece que revean situaciones que son horribles. Claramente no tendrían que perder el tiempo.

-T: ¿Creés que después de tantos años preso, Conzi habrá podido resocializarse?

-MES: Creo que no, creo que una persona que hizo las atrocidades que cometió él, es imposible reinsertarlo a la sociedad. Tuvo la suerte de que lo dejaron ir a la casa en su momento y lo único que hizo fue poner en redes sociales lo bien que estaba y eso es una burla hacia la familia, una burla hacia la persona que mató y una burla a toda la sociedad. Una persona como esta no tiene que estar en la casa.

-T: Tomaste la posta de tus padres, Eugenio y Elsa, en esta lucha permanente para que se haga Justicia y no quede impune el crimen de tu hermano, ¿Qué me podés decir de ellos? ¿Cómo los afectó la pérdida de Marcos?

-MES: No sé si tomé la posta de mis padres, sino que yo, al haber perdido a mis padres por distintas enfermedades que obviamente fueron por el dolor que sintieron desde el día que le sacaron la vida a Marcos, desde el momento en que yo fui mamá pude entender todo el dolor que sentía mamá. Porque yo sentía dolor como hermana, pero cuando la vida te da lo más sagrado que es un hijo, lo ves desde otro panorama.

Tuve la mala suerte de que mis papás se fueron muy rápido, papá extremadamente rápido y mi mamá hace cuatro años. No sé si es que agarré la posta, pero sé que esto lo voy a seguir hasta el final porque Marcos no solo tenía mamá y papá, tiene tres hermanos que estamos siempre al frente de todo y lo vamos a seguir hasta último momento, eso es lo que nos prometimos como familia.

-T: En algún momento, a Conzi se le agotará la pena y volverá a la calle, ¿Están preparados para eso? ¿Tienen miedo?

-MES: Así como pienso todos los días en mi hermano y mis padres, también pienso en esta posibilidad. El 16 de enero se cumplen 20 años desde que mató a mi hermano y sé que esto es como una cuenta regresiva al tiempo que le dio la Justicia. No estoy preparada, ni nadie de mi familia, para que esto suceda, porque creemos claramente que es una persona peligrosa. ¿Sabés por qué tengo miedo? Porque yo hoy tengo que proteger a mi propia familia. Si yo estuviera sola, no le tendría nada de miedo.

La gente tendría que estar alarmada sabiendo que una persona así va a quedar libre. Porque son personas peligrosas, se supo en el momento del juicio y por un montón de cosas que pasaron. Entonces, el día que llegue ese momento, espero que sea dentro de mucho tiempo, habría que informarlo. Que la gente se cuide, porque va a haber un asesino en la calle.

La noche del homicidio

El crimen de Schenone (23), un joven deportista que se dedicaba al mountain bike, ocurrió la madrugada del 16 de enero de 2003.

La víctima se estuvo besando dentro del complejo gastronómico «Dallas-Las Olas Boulevard», ubicado en Martínez, con una chica a la que el propio dueño del local, Conzi, había intentado conquistar esa noche.

Según lo que reconstruyó la Justicia, en un ataque de celos, Conzi ordenó que echen del local a Schenone, la chica y sus amigos.

Cuando el grupo abordó un remís para retirarse, Conzi los persiguió durante 40 cuadras por la avenida Del Libertador con su camioneta Jeep Grand Cherokee, y al llegar a la altura de Béccar, lo atacó vaciando los 16 tiros del cargador de una pistola calibre 9 milímetros.

Schenone murió al recibir tres balazos por la espalda mientras que las dos chicas y el remisero resultaron baleados y el único ileso fue un amigo de la víctima.

A pocas horas del hecho, el por entonces fiscal de instrucción de San Isidro, Mario Kohan, -actual juez del Tribunal de Casación provincial-, ya tenía a Conzi como principal sospechoso.

Los sobrevivientes lo habían visto, reconocido y mencionado como el autor del ataque y al allanar su casa de Boulogne, el fiscal secuestró una pistola Pietro Beretta calibre 9 milímetros entregada por su hermano Hugo, que las pericias luego demostraron que era el arma homicida.

Conzi -en ese momento defendido por el penalista Fernando Burlando-, se burló de todas las fuerzas de seguridad y estuvo prófugo durante 57 días hasta que el 14 de marzo de 2003 fue detenido por la Policía Federal con peluca y documento falso en la ciudad de Mar del Plata.

El juicio oral fue en 2005 estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal 4 de San Isidro, el mismo que en diciembre pasado absolvió a Nicolás Pachelo por el caso García Belsunce.

La estrategia defensista fue hacerlo pasar por inimputable -decían que tenía secuelas de un accidente y un delirio místico relacionado a que Jesús había sobrevivido a la crucifixión-, y cuestionar las pericias balísticas que lo incriminaban, pero los jueces condenaron a Conzi a la pena máxima del homicidio simple, 25 años de prisión.

En 2009, la Sala III de Tribunal de Casación bonaerense confirmó el fallo, pero redujo la pena en tres meses y quedó la condena a 24 años y nueve meses de cárcel que Conzi cumple en la actualidad, lo que fue ratificado en 2012 por la Suprema Corte provincial y en 2014 por la Corte nacional.

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