Nación

El cariglinismo y el PRO, juntos pero separados

-Rodrigo, foto- dijo un militante del espacio del ex intendente Jesús Cariglino a la vez que señalaba a un grupo de personas que se acomodaban en una esquina para sacarse una foto.
-Nooo, son de Albi. Sabés qué si me meto- dijo el hijo del ex mandatario con una sonrisa pícara.

Ya habían pasado unas dos horas y el timbreo estaba a punto de terminar, solo faltaba visitar al frigorífico, sugerencia del mismo Rodrígo. Y a los del equipo de Bullrich se les iluminó la cara: la foto con un carnicero «garpaba».

El equipo de Czerni con el ministro y Corbatín, en brazos de Albi.

Cerca de las diez de la mañana, unas 40 personas se reunieron en Callao y Ruta 197 para darle la bienvenida al ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, quien llegó puntual 10.30.

Del cariglinismo destacaban tres personas: los primos Rodrigo y Maxi Cariglino y el diputado provincial, Hugo Oroño. Minutos después se sumaría Luciana Valle, titular de PAMI de Malvinas Argentinas.

Por el otro lado, estuvo el director de Juventud provincial, Albi Czerni, y su equipo. También había dirigentes de otras agrupaciones y Patricia Vázquez, quien en breve asumirá en el Centro de Acceso a la Justicia (CAJ) de Tierras Altas. Los radicales no dieron el presente, a excepción de Lidia Gómez Morel y tampoco estuvo el único concejal de Cambiemos, Néstor Marcote. Después de la foto principal, Maxi Cariglino y un nutrido grupo de militantes se fueron a timbrear a Tortuguitas.

El recelo entre los grupos es lógico, Czerni en más de una oportunidad cuestionó públicamente la continuidad de Jesús Cariglino en el espacio de Cambiemos pero la gobernadora María Eugenia Vidal dio la orden de apoyarlo y el funcionario como buen orgánico, obedece. En la calle se nota la estructura de Cariglino, de muchísima menor envergadura que hace dos años, es cierto, pero subestimar su fuerza sería de una torpeza que hoy nadie puede permitirse.

Tan poco se conocen hasta ahora ambos grupos, que el equipo de Albi confundió durante un buen rato a la titular de PAMI con la diputada Silvia Lospennato, quien llegó más tarde. “Debe de ser Lospennato, se habrá cambiado un poco el look”, arriesgó equivocadamente un colaborador del funcionario provincial sobre Valle, que en las primeras cuadras se pegó al ministro. Por lo que quizás tampoco habrán reconocido a Néstor Berardozzi, ex director de Bromatología de la gestión anterior, que parecía un militante más y que no mantuvo diálogo con vecinos en el timbreo. Berardozzi supo tener altísimo poder y es del riñón del ex intendente. Se dice que desde su oficina de la calle Dante Alighieri y Rivadavia, tenía una relación muy aceitada con funcionarios judiciales cuyos despachos se ubicaban a pocos metros, en las fiscalías descentralizadas.

En la mayor parte de la actividad, el diputado Oroño y Rodrigo no se despegaron de Bullrich. Más tarde, el legislador provincial le confesaría a Malviticias que aprendió algunos tips del ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, cuando semanas atrás timbrearon juntos Los Polvorines. “Tiene mucho carisma y en el mano a mano es tremendo”, confió Oroño.

Albi iba y venía, charlaba con otros vecinos y militantes. “Albi, dale, pegate”, le insistía el jefe de campaña, Santiago Araujo respecto de Bullrich.

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Corbatín, el cachorro de Albi

“No me quedé con nada de la relación anterior”, dijo Albi a media sonrisa y levantando los brazos con las manos abiertas. Fue cuando un compañero suyo le preguntó si el cachorro que cargó en sus brazos buena parte de la mañana lo había adoptado durante su noviazgo con la modelo Karina Jelinek. Lo cierto es que al perrito -que le pondrá de nombre Corbatín por la forma de corbata en su pecho- lo encontró en una zanja. Para darle más ternura al cuadro, que hasta al ministro Bullrich le causó ternura, durante el timbreo Corbatín estuvo envuelto con una manta que usaba el mismo Albi cuando era bebé.

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