El fenómeno Cristina en José C. Paz
«Dame la gaseosa mas fría que tengas», le dijo una señora a la joven kiosquera cuando llegó su turno. El kiosco es una ventana empotrada en una ochava ubicada a cinco cuadras de la estación de José C. Paz. Paso obligado de la multitud que llegó a la inauguración del nuevo Hospital Oncológico Municipal. Atrás de la escena, todos buscan apagar el calor de un día que pinta bravo en una misma dirección: el escenario donde estará la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Cristina volvió a José C. Paz y fue, esta vez, la segunda en menos de un mes. Todo un récord para el historial de visitas desde la ausencia de Nestor. Lo comunicó días antes a través de una carta donde pidió que la militancia no la acompañe a Comodoro Py. Asimismo, anunció sobre el final del escrito que luego de su paso por la dependencia judicial llegaría al distrito paceño. Había sido invitada a la inauguración del nuevo Hospital Oncológico Municipal.
Un acto que se retrasó y comenzó poco después de lo previsto pero que tuvo, sin dudas, dos protagonistas: Cristina Fernández de Kirchner y la gente. El vallado que cubrió desde temprano todo el sector de ingreso al playón del hospital funcionó, luego, como contención para quedar totalmente neutralizado cuando CFK y el público se encontraron. Al pasar, un funcionario local deslizó en la zona de carpas: «Es un huracán, incontenible, no sabemos como hacer». Hablaba del fenómeno Cristina.
La demanda de los vecinos paceños fue clara: «Queremos que hable Cristina». Mario Ishii tomó la palabra pero no la cedió a la ex presidenta. Luego de esto, rodeada por la seguridad que la acompaña a cada lugar y en una especie de bola de nieve humana, la ex mandataria bajó del escenario y recorrió, de punta a punta, el vallado que contenía a la gente.
El representante de la empresa China HAIFU, proveedora del equipo maestro del nuevo hospital, y su traductor fueron protagonistas de un show aparte. Una vez comenzado el acto inaugural, fueron los encargados de saludar al público y dirigirle unas palabras desde el escenario. La gente «deliró» con los saludos, las muecas y risas de los chinos que explicaron los alcances del aparato.
Los ex funcionarios nacionales desfilaron por la zona opuesta al escenario y en una carpa dispuesta para la recepción. Entre ellos, el diputado provincial José Ottavis saludó y se abrazó con algunos de sus compañeros que no veía hace tiempo. Del plano local dos funcionarios fueron el termómetro del acto: el secretario de Gobierno, José Pérez, y el secretario privado del intendente Mario Ishii, Pablo Mansilla. Pérez fue el principal gestor del acto y de la llegada de los invitados de Unidad Ciudadana.
De la lista de invitados fueron muchos los que se ausentaron con previo aviso. Entre ellos los expresidentes Eduardo Duhalde, su mujer Chiche y Carlos Menem que habían sido invitados por el intendente Mario Ishii. «Le agradezco a Menem y a Duhalde que no pudieron venir pero que mandaron sus saludos en este día», expresó Ishiii desde el escenario. A sus espaldas, ubicados en dos sectores casi enfrentados, sin privilegios y a la misma altura se sentó el resto. Cristina Fernández de Kirchner, de atuendo rojo, quedó a dos sillas del ex vicegobernador de la provincia de Buenos Aires Gabriel Mariotto, inmediatamente después del intendente de Moreno, Walter Festa y algo más alejada del concejal electo de San Miguel, Franco Laporta.