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El gobierno interviene para frenar el aumento de precios de los planes de salud privados

El gobierno del presidente Javier Milei ganó una guerra de precios con las llamadas 'prepagas', anunciando que los planes de salud privados reducirán sus precios después de que inició acciones legales para intervenir contra el creciente costo del plan.

El portavoz presidencial, Manuel Adonri, declaró el miércoles que las empresas que ofrecen cobertura de medicina prepaga, que representan el 75 por ciento de todos sus clientes, reducirán sus aumentos a los niveles de finales del año pasado, recalculándolos en base a los datos oficiales de inflación mensual.

El costo de los planes igualará sus precios en diciembre de 2023, cuando un decreto emitido por el presidente Milei –que a menudo describe los límites de precios como «una aberración»- eliminó los controles y desató los precios.

«Por orden del Ministerio de Economía, un grupo de empresas médicas privadas, que representan casi el 75 por ciento de los afiliados, respaldarán el valor de sus cuotas a diciembre de 2023, ajustado por IPC [consumer price index] a partir de ahí», confirmó Adorni, quien detalló que las siete empresas en cuestión tendrían que aplicar este índice a la hora de actualizar su facturación en los primeros seis meses de este año.

La resolución también obliga a las empresas a dejar de intercambiar información y a suministrar datos a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) sobre el número de afiliados y los precios nominales de los planes de salud ofrecidos.

Las empresas de medicina prepaga, que bajo regulaciones anteriores aumentaban los precios a un ritmo inferior a la inflación, aumentaron las tarifas un 150 por ciento desde la publicación del megadecreto de emergencia DNU 70/2023 que liberalizó la fijación de precios.

«La Argentina de los listos terminó el 10 de diciembre pasado», remarcó Adorni, afirmando que «el gobierno del presidente Milei no validará maniobras especulativas desde ningún punto de vista».

El gobierno confía en poder resolver un agravio que afecta principalmente a la clase media, desencadenando un importante choque con ese estrato social.

Días atrás el ministro de Economía, Luis Caputo, había asegurado que “las prepagas le están declarando la guerra a la clase media” con sus aumentos excesivos, señalando que el gobierno haría “todo lo que esté a su alcance” para defender a ese sector de la población, incluso dejando abierta la la posibilidad de llevar el asunto a los tribunales.

Presión legal

El desafío del gobierno de Milei a las empresas estuvo respaldado por amenazas legales.

El miércoles el Gobierno nacional solicitó formalmente a los tribunales frenar todos los aumentos en las tarifas de las empresas de medicina prepaga por encima de la inflación general desde diciembre pasado.

A través de la Superintendencia de Servicios de Salud, presentó un recurso para obligar a las empresas que concentran alrededor del 90 por ciento del mercado a reducir sus cobros y devolver a sus clientes las sumas superiores a la inflación cobradas desde diciembre.

«Este organismo ya no controla los precios pero sí busca garantizar la libre competencia y la libertad de elegir en beneficio de los argentinos», dijo el gobierno en un comunicado.

La administración Milei apuntó a 18 empresas en su medida. Entre ellos se encuentran nombres tan conocidos como Galeno Argentina SA, el Hospital Británico, el Hospital Alemán, Medifé, Swiss Medical, Omint y OSDE (Organización de Servicios Directos Empresarios). Las empresas deberán recalcular los aumentos en la facturación de sus planes en función de la inflación general, anunció el gobierno.

Adorni confirmó que el cambio de las empresas se produjo en respuesta a una «denuncia de supuesta cartelización».

'Cartelización'

En un comunicado difundido este miércoles a la prensa local, la Secretaría de Comercio explicó que «en el marco de una investigación por presunta colusión, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) determinó, de manera preliminar, que existen indicios sólidos de un acuerdo colusorio entre empresas de medicina prepaga”.

Según información oficial, la CNDC había determinado, de forma preliminar, que “existen sólidos indicios de colusión entre las empresas de medicina prepaga”, afirmó la CNDC.

A pesar de profesar ideas liberales contra la fijación de precios, Caputo celebró el fallo. Esta postura se suma a sus denuncias contra supermercados y productores de alimentos por no incluir sus promociones en sus listas de precios.

Celebró la noticia el miércoles, calificándola de “alivio para la clase media” y destacando el trabajo de los funcionarios que obligaron a las empresas a realizar fuertes retrocesos.

“Gran trabajo de Juan Pazo y Pablo Lavigne en la Secretaría de Comercio, utilizando las herramientas institucionales correspondientes y por supuesto un gran alivio para la clase media”, señaló Caputo en una publicación en las redes sociales.

Milei se enfrenta a Belcopitt

Hasta esta semana el rostro de las empresas de medicina prepaga había sido Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical y presidente de la cámara del sector Unión Argentina de Salud.

Ante una ola de críticas tanto en línea como en la prensa, renunció el lunes como presidente de la UAS, aunque negó las acusaciones de irregularidades.

En los días anteriores, el presidente Milei respaldó una serie de críticas e insultos contra Belocopitt en la red social X (ex-Twitter) llamándolo «garca” (“oligarca”) y «soreté” (“pedazo de mierda”).

«Como todos saben, en los últimos días el sector privado de salud ha recibido reproches y observaciones por parte de funcionarios del gobierno nacional», señaló Belocopitt en su carta de renuncia.

“Con la necesidad de preservar la posibilidad de que se consideren todos los canales de diálogo y entendiendo que quizás el debate sobre mi personalidad pueda ser un obstáculo para encontrar soluciones, he considerado procedente y necesario renunciar a la presidencia de la Unión Argentina de Salud. ”, agregó el empresario.

Según Belocopitt, «debe ser prioridad de todas las asociaciones de la Federación poder seguir brindando servicios de salud a más del 70 por ciento de la población argentina con la misma calidad en la que tanto esfuerzo se ha invertido durante tantos años».

En una entrevista televisiva, observó que muchos otros sectores de la economía –como los productores de combustible– subieron los precios casi simultáneamente, al igual que los proveedores de atención médica asociados con la UAS.

– TIEMPOS/PERFIL/AFP

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