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El Diario del Juicio

De izquierda a derecha, primera fila: Ciro Pertossi, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Lucas Pertossi. Segunda fila: Ayrton Viollaz, Máximo Thomsen, Enzo Comelli y Luciano Pertossi.

Los acusados, que llegaron al juicio detenidos, son Máximo Pablo Thomsen, Ciro Pertossi; Lucas Fidel Pertossi, Luciano Pertossi,Enzo Comelli; Matías Franco Benicelli; Blas Cinalli y Ayrton Michael Viollaz. Son imputados de «homicidio doblemente agravado por alevosía» y por el concurso premeditado de dos o más personas».

DÍA 1

«Mi hijo está encerrado en un ataúd y para mí es como una cadena perpetua»

El 2 de enero, además de la presentación del caso y la palabra de los abogados de ambas partes, declaró la madre de Fernando Báez Sosa. Su testimonio fue desgarrador: «Mi hijo está encerrado en un ataúd y para mí es como una cadena perpetua», dijo Graciela.

«No comprendo y nunca aceptaré cómo chicos de la edad de Fer le hayan hecho esto. Lo atacaron por la espalda, lo tiraron por el piso. Le reventaron la cabeza, ese cuerpito que yo lo tuve nueves meses en mi panza«, reflexionó.

DÏA 2

«Vino gente gritando y le pegaron»

El 3 de enero, los amigos de Fernando que estuvieron con él en el boliche Le Brique la noche de su asesinato explicaron lo que sucedió.

El primero en declarar fue su mejor amigo, Lucas Filardi: “Fue un instante en que vino gente gritando y le pegaron. Se cayó al piso, y ahí fueron patadas y piñas. No hubo acto de defensa”, explicó.

Pablo Ventura, falsamente acusado como agresor. (Foto: DIego Izquierdo)

DÏA 3

«Nunca vi nada igual, todo patadas»

El 4 de enero, uno de los testimonios clave fue el de Pablo Ventura, el  joven de Zárate incriminado falsamente del crimen por el grupo de rugbiers. El remero contó que conocía a los acusados «solo de vista» por haberlos cruzado en el boliche y señaló que este comportamiento era habitual ya que era un «grupo problemático».

El jefe de seguridad del boliche Le Brique,  Alejandro Muñoz, dijo que «hace veinte que trabajo de esto y nunca vi nada igual, todo patadas», expresó Muñoz en su declaración durante la cual no pudo contener el llanto y aseguró que después de lo vivido pasó «cuatro días sin dormir».

DÍA 4

“Quédate tranquilo que me lo voy a llevar como trofeo”

El 5 de eneroTomás Bidone, un joven que estaba de vacaciones Villa Gesell y estuvo presente en Le Brique la noche fatal decidió presentarse espontáneamente a la justicia. «Lo veo de frente, estaba Thomsen pegándole al chico que fallece. Recuerdo que le pega dos patadas en la cabeza, como puntinazos, luego lo agarra y le vuelve a dar dos o tres patadas«, dijo, quebrado por el llanto.

Además, habló Virginia Pérez Antonelli, la joven que intentó reanimar a Báez Sosa minutos antes de su muerte hasta que llegó la policía. «Yo le sostenía la cabeza a Fernando, le hablaba, le pedía que se quedara conmigo», relató. Luego respondió a la defensa que decidió llevar a cabo el RCP ya que «es mejor tener a una persona con la costilla rota y viva, que una persona muerta».

Tatiana Caro, quien contó que escuchó a uno de los rugbiers decir: “quédate tranquilo que me lo voy a llevar como trofeo”.

La puerta de Le Brique y el reclamo de justicia.

DÍA 5

«Todos festejaban porque se atribuían algo»

El 6 de enero, los testigos que se presentaron ante el tribunal fueron los policías que se encargaron del allanamiento del hotel de Villa Gesell en la que se quedó el grupo de rugbiers en enero de 2020.

Hugo Vázquez, jefe policial que estuvo presente en el operativo ese día, manifestó que en reiteradas oportunidades les pidió a los detenidos que se dejen de reír porque era algo serio. Por otro lado, volvió a confirmar que Máximo Thomsen fue quién culpó a Pablo Ventura: «Cuando se preguntó de quién era la zapatilla con sangre el joven dijo ‘de Pablo’; se le preguntó quién era y respondió ‘Pablo Ventura'».

También declaró Andrea Ranno, empleada del Hotel Inti Huasi en el que se hospedó el grupo, y aseguró que los rugbiers «estaban orgullosos» y «festejaban porque todos se atribuían algo».

DÍA 6

Según el forense le provocaron «un derrame cerebral»

El 9 de enero se caracterizó por el testimonio del forense que le hizo la autopsia a la víctima, Diego Duarte, que explicó que los golpes que recibió el joven esa madrugada fueron determinantes y le causaron «un derrame cerebral». Dijo que incluso si hubiera sido atendido de inmediato no podrían haberlo salvado.

Las zapatillas y las pisadas de Thomsen.

DÍA 7

«Creo que lo rompimos

El 10 de enero, la criminalista María Eugenia Cariac determinó que la marca del zigzag que quedó impactada en la cara de Fernando Báez Sosa coincide con la suela de la zapatilla negra de Máximo Thomsen. «Podrían haber sido causadas por la parte anterior o talón de zapatilla», especificó.

El instructor fiscal que analizó los teléfonos de los acusados relató el contenido de un chat que mandó Blas Cinalli, el único imputado que no había sido mencionado en las audiencias previas. «Ganamos» y «creo que lo rompimos».

DÍA 8

«No puedo sacar de mi mente la palabra ‘caducó'»

El 11 de enero declararon los policías que extrajeron material sensible de los teléfonos celulares de los rugbiers y más peritos.

César Guida, el perito que intervino en los análisis de ADN realizados en el marco de la instrucción de la causa, declaró que 
el dedo meñique izquierdo de la mano de Fernando Báez Sosa tenía rastros de ADN compatibles con perfil genético de Blas Cinalli.

El perito también precisó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, que cerca de una decena de prendas de los acusados tenían manchas de sangre correspondientes con el perfil de la víctima, entre ellas las zapatillas pertenecientes a Máximo Thomsen y una camisa de Matías Benicelli.

Finalizada la octava audiencia en el Tribunal Oral del Crimen N° 1 de Dolores, Graciela Sosa habló con la prensa y sostuvo que, tras la jornada de ayer, tuvo «una noche difícil». «No puedo sacar de mi mente la palabra ‘caducó'». 

En el video se ve agredir a Luciano Pertossi.

DÍA 9

«Se fisuró el pacto de silencio

El 12 de enero, el rugbier Luciano Pertossi afirmó que él no estaba en el lugar donde señalaron los cuatro testigos de la Policía Federal Argentina (PFA) que lo identificaron en un video que fue reproducido en el juicio frente al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, en lo que fue la primera declaración de uno de los ocho imputados en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa.

«Quiero aclarar algo: yo no estaba ahí», afirmó Pertossi, luego de levantar sorpresivamente la mano en el recinto para pedir la palabra mientras se exhibía en la sala un video con una secuencia de la golpiza a la que fue sometido Fernando, al tiempo que hablaba el perito policial Andrés Bruzzese y el querellante Fabián Améndola le realizaba unas preguntas.

Burlando dijo que se había «fisurado por primera vez» el pacto de silencio entre los acusados.

DÍA 10

«Queremos justicia y no venganza

El 13 de enero, declaró  Pablo Gastón Zapata, un joven que vive en Zárate y que denunció haber sido agredido por Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Luciano, Lucas y Ciro Pertossi meses antes del asesinato de Báez Sosa. Zapata también sostiene que Lucas Pertossi le robó la moto. 

El padre de Fernando, Silvino Báez, dijo que tanto él como Graciela quieren «justicia y no venganza».

Juan Pedro Guarino, el amigo de los rugbiers que complicó su situación. (Foto: Diego Izquierdo)

DÍA 11

«No tuve intenciones de matar»

El 16 de enero, Juan Pedro Guarino, uno de los dos rugbiers que fueron imputados y luego sobreseídos en la investigación, aseguró que sintió «hasta vergüenza» tras la agresión de sus amigos al joven, y agregó que cuando vio a «Máximo Thomsen al lado de un chico tirado» supuso que «se estaban peleando de vuelta».

Máximo Thomsen, uno de los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa, declaró por primera vez en el juicio, pidió «disculpas», dijo que él «jamás» tuvo «intenciones de matar a alguien» y que reaccionó «tirando patadas» ante una «piña en el rostro», al tiempo que reconoció como propia la zapatilla con sangre de la víctima y que dejó su impronta en el rostro del joven asesinado.

«Quiero pedir disculpas principalmente porque jamás, jamás en la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien. Yo jamás en la vida tuve esa intención y quiero pedir disculpas», sostuvo esa tarde el imputado al declarar por casi una hora ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, a cargo del debate.

Fue el propio Thomsen (23) quien pidió hablar en el recinto luego de escuchar a su madre, Rosalía Zárate y quebrarse.

DÍA 12

«No hubo una pelea»

El 17 de enero, un tercer acusado rompió el silencio. Ciro Pertossi pidió la palabra ante el tribunal: «Quiero aclarar que en el video que se mostró no pegué una patada», dijo y completó: «Cuando vi al chico (por Báez Sosa) en el piso frené la patada». No quiso responder preguntas.

Por su parte, el fiscal Juan Manuel Dávila dijo que la noche de la muerte de Báez Sosa «no hubo una situación de pelea». «Es importante que Ciro Pertossi se haya identificado en el video. Ahí se ve que le pega la patada a Fernando», señaló Dávila.

Ante una pregunta sobre la ingesta de alcohol previa al episodio ocurrido en la puerta de Le Brique por parte de los imputados, a la que también aludió Thomsen, el fiscal dijo a la prensa: «En este caso concreto, ustedes han advertido un video que hay en un local comercial donde se ve a estas personas».

La ubicación de los agresores de Fernando Báez Sosa en el momento del homicidio.

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