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Tati Berardi, DT de San Miguel, su hija estuvo a punto de viajar a Mendoza: “Estoy destrozado como padre”

La hija de Walter Berardi, uno de los DT del Trueno Verde, estuvo a punto de viajar con el contingente que sufrió la tragedia en Mendoza: «Conozco a todas las nenas, a Tati la salvó un milagro de Dios», le confió al diario Olé en un reportaje. 

-¿Qué te pasa en este momento por la cabeza?

-Fue un golpe muy grande cuando nos enteramos de todo lo que sucedió. Conozco a todas las nenas de la academia. Mi hija estuvo a punto de ir, a último momento decidió no viajar. Estoy muy mal, muy dolorido, un amigo de la vida perdió a su hija, en estos momentos estoy destrozado como padre. Hace un rato vi a mi amigo y está muy mal, destrozado totalmente. Me pongo en su lugar y pienso que podría estar como él, es terrible.

-¿Por qué tu hija no fue?

-Sinceramente no sé, porque ella ama bailar. Iban a bailar a allá, a competir, y después tenían esa excursión a Las Leñas. Y a la vuelta sucedió todo. Ella estaba preparándose para ir, aunque dudaba. Pero todavía no entiendo por qué no fue… Siempre estuvo en todos lados, en la Capital, en muchos teatros, fue de Tinelli hace dos semanas. Acá dijo que no, que no, el miércoles dijo que no con decisión y el viaje era el jueves. Así que no fue…

-¿Es un milagro? ¿Creés en Dios?

-Sí, muchísimo, todo, todo. Vivo pidiéndole, agradeciéndole, y ahora me ha dado esta muestra. Mi hija volvió a nacer, si hubiese ido le podría haber pasado cualquier cosa. Y además iba a ir mi señora, la iba a acompañar. Pienso que hoy podría estar pasando el peor momento de mi vida. Pero Dios dijo que no era su hora, su momento, que no tenía que hacer ese viaje. Porque fueron muy pocos los que se salvaron. Para mí está todo en manos de Dios. Cuando El dice “no te toca”, no te toca. Ya estamos todos marcados. Y mi hija, curiosamente, algo que ama decidió no hacerlo. Sería lo mismo que si a mí me dicen viajemos a tal lado a jugar al fútbol y yo no quiero ir. Increíble. Gracias a Dios la tengo acá al lado mío.

-¿Cómo te enteraste?

-Estábamos volviendo de Cañuelas, de haber jugado con San Miguel. Habíamos ganado, estaba feliz por la clasificación al Reducido, y me llama mi señora diciéndome lo que había pasado. Me shockeó, tiré el teléfono y empecé a gritar “no, Dios, por qué”. Todos los jugadores me miraban y me empezaron a preguntar qué pasaba. En ese momento dije, “no, mi hija”… Pensando que mi Tati estaba allá, quedé shockeado. Y cuando reaccioné me di cuenta de que mi hija al final no había viajado y me largué a llorar hasta que llegué a mi casa.

-¿Cómo está ella? ¿Cómo se sigue?

-La tengo abrazada al lado mío ahora. Sigue llorando, a donde va, llora. Va a ser un golpe muy duro para todos, ahora vamos al velorio de la mejor amiga de ella así que no sé, vamos a tener que estar al lado de ella todo el tiempo, dándole contención. Y no sé cómo se seguirá. Está muy mal, tiene apenas 15 años.

-¿Cuánto hace que se dedica al baile?

-Tres cuatro años que estaba en esta escuela, ama bailar. Desde los cuatro años hacía árabe, y otras cosas. Hace 11 que baila. Ojalá que todo esto no la paralice y siga haciendo lo que ama, porque es muy chica para vivir esto tan feo.

-¿Tenés más hijos?

-Sí, además de Tatiana, Fabricio, de 8 años. Siempre les hablo de cómo manejarse en la vida, pero esto te supera. Fue algo que nadie esperaba y nos llegó a todos, tengo un dolor inmenso en el alma.

Walter junto a Tatiana, quien no quiso viajar a Mendoza.

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