Cultura

La única casa de Borges que es museo reabre sus puertas con murales, fotos y enciclopedias

Borges: «muchos argumentos, muchas escenas, muchos poemas que he imaginado, nacieron en Adrogué o se sitúan en ella» / Foto Camila Godoy

Única vivienda que habitó el autor de “Ficciones” recuperada para ser exhibida al público, la Casa Borges ubicada en la localidad bonaerense de Adrogué será reinaugurada el próximo 28 de agosto en un nuevo ciclo que permitirá sumergirse en un Borges retratado como un «vecino de Adrogué», conocer el lugar que inspiró varios de sus cuentos, recorrer su habitación, contemplar llamativos murales y hasta una intervención artística realizada con enciclopedias, esos tomos condensadores de conocimiento que el escritor solía definir como «selva de selvas».

Se trata de un típico chalet de la década del 40, ubicado en Diagonal Brown 301 de Adrogué, en el municipio de Almirante Brown, que fue comprado por la madre de Borges, Leonor Acevedo, para vivir con su hija Norah. Allí pasaba los veranos el autor de «El Aleph», quien amaba esa localidad que había disfrutado en su infancia y en la que comenzaron a definirse elementos característicos de su obra, como su obsesión por los laberintos y los espejos.

«En cualquier parte del mundo que me encuentre, cuando siento el olor de los eucaliptus, estoy en Adrogué (…) Adrogué era eso: un largo laberinto tranquilo, de quintas, un laberinto de vastas noches quietas (…) Así es mi recuerdo de Adrogué: las quintas, los coches en la plaza, las largas verjas, lo fácil que era perderse», relataría Borges en la conferencia titulada «Adrogué en mis libros», que brindó el 19 de marzo de 1977 en la localidad de Burzaco y que fue publicada en el suplemento cultural del diario Tribuna de Adrogué el 7 de abril de ese año.

Era rotundo al afirmar también que «muchos argumentos, muchas escenas, muchos poemas que he imaginado, nacieron en Adrogué o se sitúan en ella».

/ Foto Camila Godoy

Quien recorra la Casa Borges podrá conocer más sobre este vínculo que el escritor tenía con esta localidad del sur bonaerense, donde de niño había aprendido a andar en bicicleta y ya adulto supo construir amistades que lo recordaban por su particular sentido del humor y sus respuestas rápidas e irónicas.

«La Casa Borges es la única casa en el mundo que habiendo sido habitada por el escritor abrió sus puertas a la comunidad», explica a Télam Sandra Agis, directora de Patrimonio Cultural del municipio de Almirante Brown. Cuenta que el chalet «es una casa muy austera, muy de la época, está ubicado enfrente de la plaza principal, donde está el Palacio Municipal, la Iglesia, la escuela. La habitación que da frente a esa plaza fue fuente de inspiración en Borges cuando habla de las anclas, ya que desde esa ventana se ve la estatua en honor a Almirante Brown».

Durante la infancia del escritor, la familia alquilaba en los veranos la quinta «La Rosalinda», en Adrogué. Más adelante se alojaron en un establecimiento que ya no está en pie, el Hotel La Delicia, que Borges gustaba de nombrar en plural -«Las Delicias»-, donde había un salón de espejos que llamó la atención del escritor.

«Las estatuas de tan mal gusto y tan cursis que ya resultaban lindas. Recuerdo la terraza y un gran salón de espejos. Los espejos son otro tema que vuelve continuamente a mi obra. Sin duda me miré en aquellos espejos infinitos», recordó el escritor en otro tramo de aquella charla.

Sobre la casa

En 1944 Leonor Acevedo compró el chalet de Adrogué para vivir con su hija Norah y en él se alojaba Borges cuando las visitaba. «Posteriormente la casa fue vendida a un marino, que lo dejaba ingresar y lo llevaba a su cuarto cuando el escritor volvía a Adrogué», apunta Agis.

En el 2011 el municipio compró la propiedad con la finalidad de convertirla en Museo y visibilizar desde allí el vínculo real y afectivo que Borges tuvo con Adrogué. Lo inauguró en el 2014 y tras una puesta en valor será reinaugurado el próximo 28 de agosto, en el marco del festejo por el natalicio del escritor.

«Quien visite la Casa Borges verá un recorrido visual, una línea de tiempo con fotos del escritor, algunas de Sara Facio, de Julie Méndez Ezcurra; entrás y vas leyendo en las paredes esas fotografías que relacionan a Borges con Almirante Brown», detalla Agis, en alusión a fotos que lo retratan frente a la municipalidad de Almirante Brown, en el chalet, o paseando con amigos, entre otras.

En la sala principal de la casa, el visitante se encontrará con una foto gigante de Borges junto a la única estatua que quedó del hotel La Delicia, de Diana la Cazadora, hoy emplazada en el Paseo La Delicia y ubicado en el centro de Adrogué.

/ Foto Camila Godoy

«La gente queda impactada. Luego hay una habitación, una sala audiovisual, donde uno puede sentarse y ver el video institucional de la casa y hay una biblioteca con libros donados por la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno y por María Kodama», asegura Agis y destaca que en la biblioteca de la casa «hay una computadora que conecta con el Borges Center de la Universidad de Pittsburgh».

«Afuera el visitante verá una estatua de Borges y los 4 murales pintados por artistas plásticos y una estatua del escritor, que están en el frente y el patio, que serán restaurados el domingo 28 de agosto», precisa.

Especialmente impactante es uno de esos murales donde se ve a Borges caminando, de espaldas y con su bastón, por un sendero rodeado de árboles junto a un tigre de Bengala. Imposible no recordar los versos de «El oro de los tigres».

Agis precisa que el próximo 28 de agosto, organizado por el Instituto de Estudios Históricos y Patrimonio Cultural del municipio, cuyo presidente es Emilio Klubus, será inaugurada una galería construida en un sector de la propiedad con el objetivo, de potenciar «la visibilización del lugar, ya que se ve de muchos ángulos. También la idea de que haya muestras artísticas trae otro público que de esta forma lo amplía. Una galería que invita a acercarse, como un llamador que se verá desde la plaza».

/ Foto Camila Godoy

«Muchas veces notamos que algunos se sienten inhibidos de ingresar a la Casa Borges, pensando que van a tener que pasar un cuestionario sobre Borges y no es así», dice.

El sábado 27 de agosto, previo a la reinauguración de la Casa Borges, se abrirá la muestra Diccionar, que se extenderá hasta octubre próximo y podrá ser recorrida de lunes a viernes de 8 a 14. «Es una muestra que traje del Centro Cultural San Martín, 12 artistas, entre ellos Carlos Kravetz, Néstor Goyanes, Florencia Salas, Diego Cossettini, que en pandemia intervinieron 12 enciclopedias», se entusiasma. Y acota: «qué mejor que poner enciclopedias en la casa de Borges».

En aquella conferencia de marzo de 1977, el escritor explica su amor por las enciclopedias y afirma que «si tuviera que elegir un libro para una isla desierta haría trampa y me llevaría la Enciclopedia Británica: ahí hay lectura para siempre (…) pensé que la lectura de una enciclopedia es la más grata que puede haber. No hablo de las de ahora, que son libros de consulta sino de las del siglo XIX, que eran obras de lectura, selva de selvas».

Esa fascinación por las enciclopedias fue plasmada en el cuento «Tlon, Uqbar, Orbis tertius».

«Pensé si una enciclopedia es grata, mucho más lo será una que en lugar de revelarnos la historia o la geografía reales nos enseñara la historia, la geografía, y la filosofía, la metafísica y las religiones y herejías de un país imaginario», se explaya Borges en esa conferencia, donde también dice que ese cuento lo escribió en Adrogué.

/ Foto Camila Godoy

También reconoce influencias de esa localidad en su cuento «La muerte y la brújula», que describe una serie de crímenes en puntos cardinales, el último de los cuales, lo sitúa en Adrogué.

«Cuando llegué al sur pensé en Adrogué. Triste Le Roy es el lugar donde se desarrolló la última escena del cuento. Era el hotel Las Delicias de Adrogué. ´La muerte y la brújula´se sitúa pues en Adrogué», relata Borges sobre ese cuento donde no faltan los eucaliptus y la referencias a la estatua de Diana, las escalinatas y la terraza de ese hotel adroguense.

El mismo domingo 28, el Instituto de la Cultura de la provincia de Buenos Aires colocará un placa, también escrita en sistemaBraille, que recordará la remodelación.

Con narradoras que recorrerán el patio, música, danzas gauchescas y tangos la Casa Borges, volverá a abrir sus puertas para revivir al escritor en los años que habitó en Adrogué y hacer presente lo que él sentía sobre esta ciudad.

«De algún modo siempre estuve aquí, siempre estoy aquí. Los lugares se llevan, los lugares están en uno. Sigo entre los eucaliptus y en el laberinto», afirmaba Borges en aquella conferencia.

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