Alfredo M. Olivera: un periodista apasionado y vecino de San Miguel
La comunidad de San Miguel se mostró compungida por la muerte del vecino y periodista Alfredo Mariano Olivera. Murió el lunes pasado, a los 75 años, como consecuencia de una larga enfermedad.
El diario La Nación le dedicó unas sentidas líneas: Formado en el colegio Santa Isabel, de los salesianos, instituto que tuvo que abandonar de manera anticipada por la muerte de su padre para dedicarse a trabajar, Olivera empezó su carrera en la década del sesenta en Canal 13, primero como conductor en el programa cultural Universidad del aire, donde reemplazó al periodista y animador Andrés Percivale, y después como reportero en el ciclo televisivo Buenas tardes, mucho gusto.
Esos trabajos antecedieron su rol de productor de varios programas de Canal 9 en los años ochenta y, tiempo después, en los noventa, en el noticiero de Argentina Televisora Color (ATC).
El ejercicio del oficio, sumado a su afición por la lectura, lo introdujo también en la gráfica, sector desde el que creó el suplemento de arquitectura de Clarín, para continuar en la sección política en los diarios Tiempo Argentino, El Cronista Comercial y La Prensa, matutino del que fue jefe de redacción.
Periodista siempre inquieto, analista agudo, había heredado parte de estas condiciones de una familia de hombres de letras y de prensa, entre los que puede mencionarse a su bisabuelo, José María Niño, corresponsal de LA NACION en La Plata a fines del siglo XIX; a Mariano de Vedia, ensayista y estrecho colaborador del general Julio Argentino Roca, y a su padre, Alfredo, que se desempeñó en el diario El Mundo, de la vieja editorial Haynes.
Apasionado y de firmes convicciones éticas, ferviente hincha de San Lorenzo y de Fénix, dedicó gran parte de su tiempo a sus siete hijos, a quienes les transmitió su entera vocación por el trabajo, probablemente el aspecto que mejor lo defina.
